Por Federico PONCE ROJAS

La designación de Procurador General de la Republica Mexicana, exige el cumplimiento constitucional de un procedimiento mas que protocolario, el de sumar consensos con la aprobación del Senado Mexicano, a Propuesta del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. La Camara Alta representa en nuestra democracia, partidos e ideologías de todas las corrientes y es expresión republicana de la soberanía nacional.
En este sentido el nombramiento de la Maestra Arely Gomez como subprocuradora jurídica y de asuntos internacionales (encargada del despacho de la PGR) hecho por el Presidente de México, Enrique Peña nieto el 26 de febrero de este año y propuesta al Senado de Mexicano como Procuradora General de la Republica, no solo cumplió con el mandato constitucional, sino que dio paso a que fuera ratificada por la Cámara alta por abrumadora mayoría, altísima responsabilidad que detenta desde el 3 de marzo próximo pasado.

Gomez Presentó ante la opinión publica a los altos funcionarios que por nombramiento presidencial, habrán de acompañarla en esta delicada función. En estas designaciones se aprecia de manera innegable que la Procuradora Gomez buscó reunir verticalidad, conocimiento y experiencia, haciendo a un lado la improvisación, recomendación y amiguísimo, otorgando en el caso de los servidores públicos hoy designados, la confianza y responsabilidad en la ardua tarea de procurar justicia.
Todos ellos son conocidos y probados, no hay excusa para no cumplir, han transitado lo mismo en la academia formados en la superioridad profesional, que como hacedores de nuevas generaciones de juristas.
El Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio y sus principios constitucionales de nuestro país, no les es ajeno y habrán de cumplir con su aplicación de manera cabal. Sin duda, el respeto absoluto a los derechos humanos y al principio de inocencia serán su divisa, sus conductas en estos terrenos así lo acusa con la conducción de mano firme, que no dura, de Arely Gomez Gonzalez.
¡Enhorabuena a todos!