jueves, 4 de octubre de 2018
«Milkman», el último Kennedy en la política


Por Verónica ORMACHEA, para SudAméricaHoy

Se trata de Joseph Kennedy III, de 37 años, miembro de la dinastía de los Kennedy. Es una estrella en ascenso en la política. Poco se sabe de él, porque mantiene un perfil bajo a pesar de su fuerte ancestro familiar.

Es nieto del ex fiscal y senador Robert Kennedy y sobrino nieto del ex presidente John Kennedy, ambos asesinados en la década de 1960.

Es abogado y en la actualidad cumple su tercer periodo como representante de los demócratas en la Cámara Baja por el cuarto distrito de Massachusetts.

Lleva el sello de los Kennedy. A pesar de ser pelirrojo, es muy parecido a su abuelo Bob. Sus amigos lo llaman el ¨Milkman¨ por ser abstemio al alcohol.

Nació en Massachusetts y tiene un hermano gemelo, Matthew. Después de graduarse de la universidad de Stanford e ingresar oficialmente a la arena política declaró: ¨Creo que este país se fundó en una idea simple: que cada persona merece un trato justo entre sí y por su gobierno¨. Prometió luchar por un plan, sistema y código de trabajo justos; un mejor sistema educativo; y una política de vivienda equitativa.

Tiene el carisma de los Kennedy y sigue la línea política de sus ancestros.

Defiende las minorías étnicas, sexuales, religiosas así como a los movimientos MeToo referente al acoso sexual, y Black Lives Matter, en torno al abuso policial contra los afroamericanos.

Su momento estelar fue cuando fue elegido por los demócratas para responder al presidente Trump en su primer discurso del Estado de la Unión. Aquello no fue casual. Este sería el primer paso para postularlo a la Casa Blanca. Analistas comentaron que los demócratas tratan de evitar otros cuatro años de Trump, a pesar de su corta edad y experiencia.

Ha trabajado como voluntario en el Cuerpo de Paz en República Dominicana y como asistente del fiscal en Massachusetts. Su apellido, sin embargo, pesa mucho en la historia política de los Estados Unidos.


Los republicanos protestaron por su designación. Un grupo lo catalogó como “un congresista rico y aburrido¨ y unos demócratas afirmaron que el partido debió escoger una mujer, un hispano o un afroamericano. Una mujer latina delegada de Virginia y nacida en Perú, respondió en español a dicho discurso.

Joe -hábil político- decidió darlo en una de las zonas mas pobres de su circunscripción. Lo pronunció en Fall River, una zona obrera. La mitad de sus pobladores son portugueses que inmigraron a EEUU gracias a una ley propuesta por John Kennedy.

Su discurso fue desafiante y provocador. Incluso pronunció frases en español que habla con fluidez, que aprendió en España y República Dominicana.

Le dijo a los “dreamers”: “Ustedes son parte de nuestra historia”. “Vamos a luchar por ustedes y no los vamos a alejar (dar por vencidos)”. Son los inmigrantes indocumentados que llegaron a EEUU cuando eran niños que estuvieron protegidos durante el gobierno de Obama y ahora están amenazados con ser deportados.

Le dijo a Trump lo que tenía que escuchar. Afirmó: “Los matones nunca ganan¨. Criticó la intención del actual presidente de revocar el programa de salud Obamacare; las marchas supremacistas de blancos en Virginia; e hizo referencia al escándalo de la injerencia rusa durante la última campaña presidencial.

Joe también respondió a un republicano que dijo que derogar el Obamacare era un acto de misericordia. Aquél le dijo que era, un acto de malicia. El programa de salud es lo mejor que le ha podido pasar a los estadounidenses en los últimos tiempos.

El hecho es que un Kennedy, miembro de la familia católica más influyente del país del norte, es parte del escenario político estadounidense.