lunes, 24 de febrero de 2014
Mauricio Rodas, el candidato que le hizo sombra a Correa
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Mauricio Rodas ejerciendo su derecho a voto

Quito. SAH/Efe

Asegura que permanecerá en la alcaldía de Quito «hasta el último día» de su mandato, pero muchos ven en el joven abogado Mauricio Rodas, vencedor en las elecciones al municipio de la capital de Ecuador, a un futuro presidenciable para ese país andino.
Y es que Rodas «ya fue candidato (en las presidenciales de febrero de 2013) y consiguió casi un 4 % de los votos, siendo una persona desconocida», señalaba el analista político y profesor de la Universidad San Francisco de Quito Daniel Montalvo.
Tras esta campaña electoral, Rodas ya es mucho más conocido (lo será más todavía en los próximos días,) y se dispone a llevar «una visión fresca, moderna y de futuro» a la alcaldía, según dijo este jurista de meteórica carrera política.

Antiguo alumno del Colegio Intisana de Quito y de la Unidad Educativa Tomás Moro, donde fue presidente del consejo estudiantil, Rodas es doctor en Jurisprudencia por la Universidad Católica del Ecuador y poseedor de dos maestrías en la Universidad de Pensilvania en Administración de Gobierno y Ciencias Políticas. Trabajó en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago de Chile, elaboró informes sobre desarrollo sustentable en la región y fue asesor para el gobierno federal de México.
El futuro alcalde capitalino, de 38 años, muestra una imagen conciliadora y dialogante, y aparece como una persona cercana y familiar, aficionada a leer y escuchar música, salir de cámping y disfrutar de reuniones con amigos. Rodas se presentó en una entrevista de televisión acompañado de su esposa, María Fernanda Pacheco, madre de sus tres hijos, de quien se define como «feliz esposo» en su página oficial de la red social Facebook.

«La nuestra será una alcaldía para todos los quiteños, de todos los colores, porque todos juntos vamos a vivir mejor», dijo en sus primeras declaraciones, tras conocerse los sondeos que le aupaban a la alcaldía. El candidato compareció en público rodeado de decenas de sus seguidores, quienes destacan de él que ha sabido aglutinar a los descontentos con la actual gestión municipal en aspectos como las elevadas multas, impuestos municipales y exceso de burocracia.
Rodas se define como de centro progresista, a pesar de que el oficialismo ecuatoriano le califica como de derechas, le vincula al Partido Social Cristiano e incluso a personajes como el expresidente colombiano Álvaro Uribe y el opositor venezolano Henrique Capriles.

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Rafael Correa en la sede de su partido

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, no tardó en atacar al nuevo alcalde de Quito y dijo que la «gente que está detrás» de Mauricio Rodas, «no dudaría en pegarle un tiro al Presidente». Correa, en una conferencia de prensa en la sede de su partido, Alianza País (AP), señaló que «esa gente cuenta los días para que se caiga el Gobierno, esa gente estuvo en el 30-S» (de 2010, cuando el mandatario estuvo secuestrado cerca de nueve horas en medio de una revuelta policial) y «esa gente está en contacto directo con la derecha fascista de Venezuela». El jefe del Estado reiteró que con la alcaldía de Quito en manos de Rodas, se «pone en riesgo la estabilidad del Gobierno» si, por ejemplo, se pone «veinte mil personas en la Plaza Grande» para protestar, donde está el Palacio de Gobierno. Sobre Rodas, quien obtuvo la alcaldía con más del 56 % de los votos, señaló que «quiso perjudicar» al Gobierno al publicar a nivel internacional un estudio que situaba a Ecuador entre los tres países más pobres de Latinoamérica.

Según Correa, dicho estudio «no resistía el menor análisis académico» y «mezclaba naranjas con camellos», puesto que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indicaba entonces que Ecuador estaba entre los tres países que más reducían ese índice. El mandatario dijo que no conoce personalmente a Rodas y, pese a estas críticas, subrayó que «hay que respetar la decisión del soberano», en relación al pueblo que le eligió en las urnas.

Correa subrayó que, pese al «revés» que supone perder la alcaldía de Quito, no se pude hablar de una derrota del oficialismo que, según la información que posee, ha ganado nueve de las veintitrés prefecturas provinciales, lo que representa «una victoria a lo largo y ancho del país». Sin embargo, para Correa, lo acontecido en estas elecciones evidencia que el movimiento AP está afectado por un «sectarismo» que le «está pasando factura». «Algo no hemos hecho bien», indicó el gobernante, quien se preguntó por qué esa fuerza política no cerró una alianza nacional con Avanza, formación con la que tiene un acuerdo en el parlamento. «Probablemente por sectarismo», dijo Correa, quien agregó que estos «remezones» son positivos «para no anquilosarnos» y para «seguir siendo revolucionarios».