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Discurso de Gabriel Boric
Manaos. Por Elaize FARIAS/Efe
Sin representantes en la primera, segunda o tercera división del Campeonato Brasileño de fútbol, el estado de Amazonas carece de equipos lo suficientemente populares y fuertes para llenar jornada a jornada el nuevo estadio de Manaos, una de las 12 sedes del Mundial que comienza el 12 de junio.
Para evitar que la Arena da Amazonia se convierta en un elefante blanco, el Gobierno regional está pagando un millón de reales (unos 451.263 dólares) a una consultora por un «estudio sobre el modelo de operación» del estadio, informaron las autoridades.
La empresa debe presentar un proyecto antes de fin de mes para que el estadio encuentre un modelo de negocio y sea rentable.
Así el Gobierno de Amazonas decidirá cómo operará el estadio.
«Estamos buscando una operación rentable», asegura Miguel Capobiango, coordinador de la Unidad Gestora de la Copa de Manaos.
Se calcula que el mantenimiento mensual del estadio situado en el corazón de la selva sudamericana equivale a unos 222.563 dólares.
«No podemos decir qué partidos atraerán público en Manaos, pero la Arena va a ayudar a crear una referencia interesante», insiste.
El Arena da Amazonia será entregado a la FIFA el 22 de mayo. Allí se jugarán los partidos Inglaterra-Italia, Estados Unidos-Portugal, Camerún-Croacia y Honduras-Suiza.
Para el activista socioambiental Hamilton Leao, del Instituto Amazónico de Ciudadanía, el pesimismo frente al legado del Mundial debe primar pues «los beneficios son pocos en detrimento de muchos».
«El legado que el Gobierno de Amazonas tanto defiende jamás existirá. Por más que queramos mirar con buenos ojos al Mundial, no lograremos ir más allá de la soberbia pretensión de organizar el certamen, patrocinando a una institución privada billonaria como la FIFA, mientras el país enfrentar problemas profundos», afirmó.
Hasta dentro de las estructuras del Gobierno de Amazonas hay desconfianza sobre lo que será el día después del Mundial.
El secretario de Cultura del estado, Roberio Braga, declaró que «la ciudad de Manaos deja mucho a desear» frente al Mundial, durante una audiencia ante la Asamblea Legislativa de Amazonas.
Braga fue por 17 años coordinador de eventos internacionales como el Festival Amazonas de Opera y el Amazonas Film Festival.
Pero los beneficios del estadio propiedad del Gobierno del Estado y que fue financiado en un 75 % por un banco oficial animan a los dirigentes deportivos regionales.
El presidente de la Federación Amazonense de Fútbol (FAF), Dissica Valerio Thomaz, manifestó que el legado «será maravilloso», aunque admitió que el fútbol amazonense «no va a despegar apenas por causa del Mundial» porque «es necesario que cada uno haga su parte».
El mejor equipo de Amazonas, el Nacional, juega en la Serie D y disputó este año la Copa do Brasil, el torneo de país más importante después del Campeonato Brasileño.
La mayor parte de los partidos se juegan en canchas de entidades privadas o en ciudades del interior del estado de Amazonas.
«Ahora tendremos una plaza deportiva. Entonces esperamos que la Arena da Amazonia motive al hincha a volver a los estadios y tener el hábito de ir a ver un partido. No creo que esto ocurra rápido, sino en el largo plazo», añade Thomaz.
El dirigente dijo que espera organizar partidos con equipos de otros países amazónicos como Colombia y Venezuela y que el nuevo estadio pueda servir como escenario para algunos juegos del campeonato brasileño de primera división o la Copa do Brasil. (Efe)