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Discurso de Gabriel Boric
Buenos Aires. Por Carmen DE CARLOS
Fue en la intimidad, en la ciudad de La Plata y ambos evitaron ofrecer detalles del encuentro. Apenas un comunicado de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, donde se pide respeto a la privacidad del nieto 114, confirmó la reunión entre Estela de Carloto y «Guido».
Ya no hay duda. Es el hijo de Laura y nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Cuando se acordaban de él pensaban en Guido, el nombre que quería ponerle su madre. Ahora saben que durante sus 36 años todos le conocieron como Ignacio Hurban. El hombre, músico de profesión, sospechaba desde hace tiempo que no era quien decían que era. La hora de la verdad llegó hace dos semanas, cuando se armó de valor y fue a realizarse las pruebas de ADN que han confirmado la noticia más feliz y las más esperada para su verdadera familia.
«Es un balde de felicidad, de alegría. Es un sueño cumplido. Me llamó la jueza (María Servini de Cubría) y fui pensando cualquier cosa. Llegué cándidamente. Vi las sonrisas de las empleadas y la juez me dijo: Te tengo que dar una muy buena noticia. Hemos encontrado a Guido y las dos nos echamos a llorar… Esto es muy sano para la sociedad. Es un premio para todos». Las primeras palabras de Estela de Carlotto, tras superar el «shock» de la noticia daban cuenta del momento vivido al enterarse de la noticia. «Él va a decidir cuándo quiere vernos. Hay que tener respeto. Pido que no le molesten. Él presentía que podía ser mi nieto. Vive con su esposa pero no tengo muchos más datos. Ya tengo mis catorce nietos. Le pedía a Dios que me diera salud, que me diera vida…Yo, lo que quería era no morirme sin abrazarle», fueron algunas de las frases que pronunció Carlotto en rueda de prensa. Durante la misma, citó su conversación «llorando» con la presidenta Cristina Fernández y el miércoles, por fin, se entrevistó con su nieto en La Plata.
Poco antes de que la Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo hiciera el martes estas declaraciones, habló su hijo Kibo Carlotto, tío del nieto 114 recuperado y primero en confirmar públicamente la aparición de Guido: “Hemos encontrado a mi sobrino”. El hombre, que actualmente trabaja en la Secretaría de Derechos Humanos, añadió: “Estamos todos bien. El único que puede hablar por ahora -luego lo hizo su madre- soy yo. El resto tiene la garganta cortada. Es un shock terrible”, confió a la agencia oficial de noticias Telam. Ahora, añadió, “deberá tomar una decisión en algunas cuestiones”. El comentario, sin espacio para la duda, tiene que ver con su nombre y su derecho a recuperar la identidad robada. Dicho esto, se desconoce si las personas que le educaron, al parecer su padre de crianza fue un productor agropecuario, obraron de buena fe y lo adoptaron sin saber sus orígenes o están vinculadas a las fuerzas de seguridad de la última dictadura militar argentina (1976-83). Durante aquel régimen se implantó un plan sistemático de desaparición de personas y de sustracción de bebés y niños a parejas vinculadas a movimientos guerrilleros o bajo sospecha de los militares de ser simpatizantes con estos. «Ahora lo que me importa es la felicidad que siento», dijo Estela de Carlotto antes de anticipar que hay una investigación judicial en curso.
El caso de Laura, vinculada al grupo Montoneros, es emblemático por ser hija de Estela de Carlotto, la mujer que hasta pasadas unas horas no pudo pronunciar palabra de la emoción. La joven fue secuestrada en noviembre de 1977 cuando se encontraba en estado de gestación. El parto, según pudo reconstruir su abuela, se produjo en el Hospital Militar. A Laura, de 23 años, le permitieron tener al bebé entre sus brazos apenas cinco horas. Después, le arrebataron a la criatura. Los militares se la llevaron y la fusilaron a pocos metros de una ruta. Los restos de la joven se los entregarían, tiempo después, a Estela de Carlotto.
El periódico Clarín recoge parte del testimonio de Kibo Carlotto donde, como su madre, describe. “Mi sobrino tenía dudas de su identidad desde hace mucho. Fue mi hermana desde el Instituto de la Identidad Nacional quien le informó: Soy tu tía, sos el hijo de Laura Carlotto, mi hermana”.
El último desaparecido con vida, para toda la familia Carlotto, fue siempre Guido. Hoy, por fin, saben que durante toda este tiempo se le conoció como Ignacio Hurban, de 36 años, músico y residente en la localidad bonaerense de Olavarría.
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