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Discurso de Gabriel Boric
Por Camilo GALVIS, para SudAméricaHoy
Las FARC enviaron desde La Habana un comunicado al mundo donde solicitan a la comunidad internacional una veeduría para verificar si los subversivos muertos, durante los bombardeos del Ejército en los departamentos del Cauca y Chocó, fueron rematados con tiros de gracia. Dicha verificación no fue necesaria, el Instituto de Medicina Legal de Colombia desmintió esta versión.
Al leer con mayor detenimiento el documento periodístico se descubre algo más, un llamado al Gobierno de Juan Manuel Santos para salir de “la turbulencia” en la que se encuentra el proceso de paz, como lo afirma alias Pastor Alape, desde Cuba.
En su intervención, el jefe guerrillero solicitó la “restauración de la confianza perdida en los últimos días”. ¿Será que este negociador de la guerrilla olvida que fue esa insurgencia la que resquebrajó la confianza con el ataque el pasado mes de abril en el Cauca, donde murieron 11 militares, hecho que generó repudio nacional y puso a tambalear el proceso de paz o Será que se olvida que en ese momento existía un “cese” unilateral decretado por las FARC?
Entonces ¿Por qué lloran las Farc? se preguntan muchos. La respuesta podría estar en las últimas noticias de orden público de Colombia. En apenas un par de semanas, en distintos bombardeos, han sido dados de baja 47 guerrilleros, entre los que se encontraban los cabecillas alias Román Ruíz, integrante del Estado Mayor Central, Adán Jesús Jiménez García, alias ‘Chaqueto’ y Jairo Martínez, este último ex delegado de paz.
¿Será entonces que las Farc sienten pasos de gigante con los bombardeos o se dieron cuenta del error de haber violado su propio cese al fuego? Son varias preguntas las que quedan formuladas en la opinión pública para resolver.
Lo que sí se puede afirmar es que tanto el Gobierno como las Farc coinciden en que se necesita sacar el proceso de paz de la turbulencia, como dice Alape o tempestad como afirma el presidente Santos en el que se encuentra. Ambos también concuerdan con enderezar el camino para lograr el desescalamiento del conflicto, pero con hechos reales. Entonces, llegado este punto ¿Por qué no restaurar la confianza cumpliendo lo prometido? ¿Por qué no regresar al cese al fuego unilateral y acelerar las negociaciones para “no tener más pérdidas humanas”, como propone Alape?
¿Será que es muy difícil mostrar un gesto de paz en medio de tanta guerra?