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Discurso de Gabriel Boric
Santiago de Chile, 12 jun (EFE).- La biodiversidad de Brasil está generando una explosión del turismo de naturaleza y aventura, hasta el punto de que una de cada cuatro personas que viajan por ocio al «gigante sudamericano» lo hace atraída por la oferta de naturaleza y aventura, informaron fuentes del sector.
Según un estudio publicado por el Foro Económico Mundial, Brasil ocupa el primer lugar del mundo en cuanto a belleza natural, lo cual está provocando una explosión del ecoturismo.
Este segmento de la industria turística es además el que registra un mayor crecimiento, con un tasa anual de entre el 15 % y el 25 %, según la Organización Mundial del Turismo.
Éste es el caso de Brasil, donde uno de cada cuatros visitantes internacionales viaja atraído por este las actividades que ofrece la naturaleza, según una reciente encuesta del Ministerio de Turismo.
Sustentado en un modelo de desarrollo sostenible al amparo de la red de parques creada para preservar la biodiversidad del país, el ecoturismo ha ganado fuerza en los últimos años.
Así, en 2014, cerca de 6,6 millones de personas visitaron los parques nacionales, lo que representa un crecimiento del 10,8 por ciento con respecto al año anterior.
Además de una gran belleza, estas áreas poseen una extraordinaria importancia ecológica, al tiempo que sirven de plataforma para el desarrollo de investigaciones científicas y actividades relacionadas con la educación ambiental, la recreación y el ecoturismo.
Entre los principales parques naturales de Brasil destacan Marinho dos Abrolhos, en Caravelas, estado de Bahía; Aparados da Serra, en Cambará do Sul, estado Río Grande do Sul; Tijuca, en Río de Janeiro, e Iguazú, en Foz de Iguazú, estado de Paraná.
El parque Marinho dos Abrolhos, se encuentra ubicado en el sur de la costa del estado de Bahía y cuenta con una superficie aproximada de 91.300 hectáreas distribuidas en cinco islas, posee un gran atractivo turístico relacionado con el mundo marino, como el buceo y la observación de las ballenas jorobadas que llegan a reproducirse entre julio y noviembre.
De hecho, este lugar alberga la principal concentración de arrecifes de la costa brasileña y la mayor diversidad marina del Atlántico sur, un atractivo que impresionó al investigador británico Charles Darwin cuando viajó al lugar.
En tanto, en el parque nacional de Aparados da Serra -hábitat natural de 30.400 hectáreas donde habitan loros de pecho púrpura, leopardos y mapaches- destaca la existencia de paredes verticales de hasta 700 metros de altura, lo cual dota a lo acantilados de este reserva natural de un poderoso atractivo.
Asimismo, Río de Janeiro es la única ciudad del mundo que cuenta con un parque nacional, que es además es más visitado del país, ya que sólo en 2014 recibió 3,1 millones de turistas.
Los bosques de esta reserva representan el primer proyecto de reforestación que se llevó a cabo en el mundo, el cual comenzó en 1961 y hasta la fecha se han plantado más de 100.000 árboles que protegen el cerro Corcovado y el Cristo Redentor, entre otros lugares.
Por último, el parque nacional de Iguazú, situado en la frontera con Argentina y cuya gestión es responsabilidad de ambos países, está considerado como una de las reservas naturales más importantes de América del Sur, con más de 600.000 hectáreas de áreas protegidas y otras 400.000 de bosques primitivos.
El mayor atractivo de este lugar, declarado en 1996 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y famoso mundialmente, son las cataratas que tienen una extensión semicircular de 2.700 metros de longitud, de los cuales 1.900 están en el lado argentino y el resto, en la vertiente brasileña.