Santiago de Chile, 14 jul (EFE).- Las chilenas Melita y Antonia Abraham ganaron el lunes en Toronto la medalla de plata en la competición de dos remos cortos en su primeros Juegos Panamericanos, una semana después de haber cumplido 18 años.
La medalla premia no sólo ocho años de trabajo disciplinado en un deporte que les apasiona, sino también ha puesto en el mapa de la fama a estas adolescentes, cuatrillizas con sus hermanos Ignacio y Alfredo, el primero también integrante de equipo chileno de remo, mientras Alfredo no pudo clasificarse para los Panamericanos.
«Pero está concentrado preparándose para el Mundial Juvenil», explicó al diario El Mercurio Melita Schüssler, madre de los cuatrillizos, que el lunes vigilaba a cada segundo la página web de los Juegos para saber de sus hijas mientras atendía la panadería de la familia en la localidad de San Pedro de La Paz, en la sureña región chilena del Bío Bío.
«Las niñitas me llamaron después y estaban felices, esperaban estar entre las primeras pero creían que podían ganar la medalla de bronce, porque las estadounidenses y canadienses son muy fuertes y han competido en Juegos Olímpicos», añadió la madre, una exatleta lanzadora de peso y disco.
Añadió que sus hijas, «comen 15 kilos de avena con miel cada dos semanas y dieciocho kilos de yogur a la semana» y que paradójicamente, son bastante diferentes entre sí y desde chicas no se han llevado bien.
«Hay rivalidad entre ellas, aunque han ido mejorando con el tiempo», dijo la madre, que añadió que para su entrenador no ha sido fácil dirigirlas «porque pelean y debe tranquilizarlas y hacerlas entender que son un equipo».
«Tampoco se visten igual, yo nunca las vestí iguales», acotó la madre que matizó, no obstante, que «para competir sí se ponen de acuerdo» y antes de una carrera se concentran de forma absoluta, a tal punto que el día antes no las puede ni llamar.
«Se encierran en su mundo y ahí nadie las puede molestar hasta después de las competiciones», relató Melita Schüssler sobre sus hijas, que cursan el último año de enseñanza secundaria.
En Toronto, este lunes, el oro en los dos remos cortos lo ganaron las estadounidenses Emily Huelskamp y Molly Bruggeman, con un tiempo 7:20.98 minutos, mientras las chilenas Abraham anotaron 7:32.77 para llevarse la plata, y el bronce lo obtuvieron las canadienses Rosie Deboef y Kristin Bauder, con 7:34.23 minutos.
Nacidas en 1997, Antonia Abraham pesó un kilo 900 gramos y midió 47 centímetros al nacer, uno menos que su hermana Melita, que pesó 2,150 kilos; los dos varones también sobrepasaron los dos kilos, contó su madre, para quien, pese a ser cuatro bebés, «fue un embarazo libre de malestares».
Los cuatrillizos fueron asmáticos severos en la niñez y la madre pensó, cuando comenzaron a practicar remo, a los diez años, que no iban a servir, «pero ahí están, todos triunfando», se ufanó la madre.