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Bogotá, 16 jul (EFE).- Una reclusa colombiana adujo ante las autoridades carcelarias un dolor de pecho para obtener un permiso para salir y, en realidad, someterse a una liposucción, informaron hoy medios locales.
Estefy Díaz Atencia, alias «La Beba», convenció a los guardias del penal El Buen Pastor, en Barranquilla (norte), manifestando que sufría un fuerte dolor en los senos, en los que se había implantado prótesis antes de comenzar su condena.
Persuadidas tras una semana de quejas, las autoridades carcelarias le concedieron un permiso para acudir a un centro de estética en el norte de la ciudad, el mismo en el que se realizó los implantes mamarios.
Todo pareció ir bien hasta que la directora de la cárcel, Ofelia Díaz Pedroza, recibió con estupor una petición del abogado de la reclusa para que esta recibiera atención domiciliaria para ser sometida a drenajes linfáticos diarios por la reciente lipoescultura a la que acababa de someterse.
El caso ha causado una gran sorpresa en Colombia, donde nadie se explica cómo es posible que «La Beba», de 27 años, consiguiera engañar a las autoridades carcelarias.
Según medios locales, la reclusa tenía programada su lipoescultura desde hacía tiempo y mintió para poder acudir a la cita.
Además, siempre según estas versiones, las médicos de la empresa de salud Caprecom, encargados de atender a los presos, no le hicieron los debidos exámenes médicos, lo que podría haber evitado este episodio.
«La Beba», señalada como procesadora de cocaína dentro de la banda «Los Químicos», fue detenida en Barranquilla a finales de noviembre de 2014 y días después enviada a la cárcel de mujeres El Buen Pastor.