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Río de Janeiro, 17 jul (EFE).- Uno de los cuatro menores recluidos en un reformatorio por haber violado a cuatro adolescentes en mayo pasado en el estado brasileño de Piauí fue asesinado hoy por sus cómplices luego de que confesara el crimen, informaron hoy fuentes oficiales.
El cuerpo del joven, de 17 años, fue encontrado en la mañana de este viernes con señales de violencia en la celda que compartía con sus tres cómplices en el Centro Educacional Masculino (CEM) de la ciudad de Teresina, la capital de Piauí (nordeste de Brasil).
Sus compañeros de alojamiento confesaron haberlo golpeado hasta la muerte, según la Gobernación de Piauí.
«Hubo un incidente en la madrugada entre los propios adolescentes involucrados en el crimen por discordancias entre ellos», según un comunicado del Gobierno regional.
La Gobernación no aclaró las razones por las cuales el joven que había dado detalles del crimen a la Policía estaba recluido en la misma celda que los cómplices a los que denunció, pese a que inicialmente había sido destinado a un alojamiento diferente.
Un juez había determinado la semana pasada que los jóvenes pasaran tres años recluidos en un reformatorio por su responsabilidad en la violación de cuatro adolescentes, una de las cuales fue asesinada.
Los cuatro menores, de entre 15 y 17 años, protagonizaron en mayo pasado junto con un amigo mayor de edad la violación colectiva en Castelo do Piauí, una pequeña ciudad en el empobrecido estado de Piauí (nordeste) y a 180 kilómetros de Teresina.
Los acusados rindieron a cuatro adolescentes que se tomaban fotografías en un paraje apartado, las amarraron, las amordazaron, las sometieron a diferentes formas de violencia sexual durante dos horas y las arrojaron desde un peñasco de 6 metros de altura.
Una de las víctimas murió como consecuencia de las graves heridas que sufrió en la caída y otra, que igualmente sufrió múltiples fracturas, solo fue dada de alta este mes del hospital en el que estuvo ingresada más de 30 días.
El crimen encendió aún más la polémica generada en mayo por la decisión de la Cámara de Diputados, en primera votación, de reducir la edad de responsabilidad penal en Brasil desde los 18 hasta los 16 años.
La medida es apoyada por la mayoría de la población, según las encuestas, pero rechazada por el Gobierno, organizaciones no gubernamentales e internacionales como Unicef.