Santiago de Chile, 21 jul (EFE).- La desaprobación de la gestión del Gobierno chileno aumentó en julio al 56 % y el porcentaje de los que creen a la presidenta Michelle Bachelet bajó al 19 %, según una encuesta difundida hoy que muestra un país pesimista y desencantado.
El 65 % de los encuestados para el «Barómetro de la política», realizado por Consultora Mori y el Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), cree que el país va en la dirección equivocada, frente al 56 % que opinaba así en marzo, mientras que el 23 % piensa que el rumbo es correcto (33 % en marzo).
Además, de marzo a julio aumentó de 54 a 58 % el porcentaje de los que opinan que Chile está «estancado», lo que constituye un máximo histórico, y de 13 a 18 % el porcentaje de los que piensan que está «en decadencia».
«Esta crisis abarca al Gobierno, al Parlamento y a los partidos políticos; los chilenos hoy creen que el país aún no ha tocado fondo, que la corrupción no disminuirá en los próximos cinco años y que ninguno de los implicados llegará a la cárcel», dijo a Efe la directora de la consultora Mori, Marta Lagos.
«La corrupción llegó para quedarse y estamos en un momento que las instituciones están en su punto más bajo y negativo desde 1988», añadió.
Un 21 % piensa que todos los políticos están implicados en prácticas corruptas, un 67 % cree que la corrupción no se va a poder eliminar en el país y un 77 % opina que ninguno de los por ahora imputados irá a la cárcel.
El Gobierno sale mal parado en la encuesta, pero la crisis derivada del destape de la corrupción afecta a todos los liderazgos políticos.
Desde septiembre de 2014 la aprobación del gobierno viene disminuyendo de manera consecutiva. En ese periodo, dice el Barómetro, aumenta en 20 puntos porcentuales, de 36 a 56 % el porcentaje de los que no aprueban al Gobierno.
Entre marzo y julio la aprobación varía de 37 a 36 %, mientras la desaprobación pasa de 52 a 56 %.
Además, un 52 % está en contra del programa de Gobierno y un 36 % a favor.
Los cinco políticos con más futuro son, según la encuesta, el excandidato presidencial Marco Enríquez-Ominami (17 %), seguido del expresidente Sebastián Piñera (8 %) y de los exdirigentes estudiantiles y actuales diputados Giorgio Jackson (6 %), Gabriel Boric (5 %) y Camila Vallejo (4 %).
«Hay un quiebre entre antiguos y nuevos políticos, esto quiere decir que hay una demanda de recambio de liderazgos y de la irrupción de nuevos rostros», señaló Lagos.
Un 39 % de los encuestados se declara partidario del gobierno y sólo un 20 % de la oposición, mientras un 41 % no favorece a ninguno de ambos sectores y no responden la pregunta.
«Hay muchos líderes que dicen que Chile no es un país corrupto y efectivamente estamos bien en los indicadores internacionales de corrupción, pero para los chilenos el aumento de ésta es suficiente para autodeclararse como un país corrupto», aseguró Lagos.
En cuanto a las demandas sociales, según el estudio, existe una solidaridad de la población con los estudiantes y los profesores.
De hecho, el 68 % de los encuestados está a favor de la huelga que desde hace más de 50 días mantienen los docentes, mientras que el 65 % aprueba la huelga de los estudiantes.
La encuesta se elaboró con entrevistas cara a cara a 1.200 personas de todo el país, entre el 26 de junio y el 13 de julio y tiene un margen de error del +/- 3 %.