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Nueva York, 5 ago (EFE).- Dos supervisores de obra y dos empresas fueron acusados hoy en Nueva York de homicidio involuntario por la muerte de un trabajador de la construcción ecuatoriano en abril pasado, causada al parecer por condiciones de trabajo inseguras, informaron fuentes judiciales.
Las autoridades presentaron cargos criminales contra Wilmer Cueva y Alfonso Prestia y contra las compañías Sky Material y Harco Construction por la muerte de Carlos Moncayo, de 22 años, explicó la oficina del fiscal de Manhattan, Cyrus Vance.
Ante un juez de la Corte Criminal de Manhattan, Cueva y Prestia fueron acusados también por negligencia e imprudencia temeraria por haber ignorado las repetidas advertencias sobre las condiciones de trabajo inseguras en el sitio de la construcción.
Moncayo, proveniente de la localidad ecuatoriana de Cuenca, falleció el pasado 6 de abril en una obra en construcción en Manhattan, donde una zanja sin refuerzo se derrumbó y lo aplastó.
Las regulaciones del Código de Construcción de la ciudad exigen que todas las excavaciones de una profundidad mayor a los 1,52 metros sean fortificadas con sistemas de apoyo permanentes con el fin de proteger a los trabajadores de derrumbes.
«La excavación y apertura de zanjas son algunos de los trabajos más peligrosos y es esencial que las compañías se adhieran a los protocolos y procedimientos de seguridad», indicó el fiscal Vance, quien aseguró que la muerte del ecuatoriano se pudo prevenir.
Según la acusación, entre diciembre de 2014 y marzo pasado, las compañías Sky, subcontratista de la excavación, y Harco, contratista general, manejaban y supervisaban una obra en la que Cueva y Prestia eran los encargados de garantizar la seguridad de los trabajadores.
La fiscalía precisó que el pasado 6 de abril un inspector que supervisaba las obras advirtió a Prestia del peligro de una zanja no reforzada, que ya tenía 2,1 metros, y aseguró entonces que ningún trabajador debía entrar a ella.
El inspector advirtió más tarde a Cueva y Prestia del peligro en que estaban cuatro obreros, entre ellos Moncayo, que trabajaban dentro de la zanja.
Sugirió una forma alterna de hacer el trabajo sin que los obreros estuvieran en la zanja, pero fue rechazada por Cueva, de 50 años, según informó en la rueda de prensa en que se anunció la presentación de los cargos criminales.
El inspector también advirtió a Prestia del peligro, y regresó a la fosa donde estaban los obreros. Unas dos horas más tarde, Prestia, de 54 años, pidió en inglés a los trabajadores que salieran de la fosa, idioma que no hablaban por lo que siguieron trabajando.
Ante la insistencia del inspector sorbe el peligro, Cueva pidió entonces en español a los trabajadores que salieran del lugar, pero, momentos después, la zanja se derrumbó y aplastó al trabajador de 22 años, según la acusación.
«Carlos Moncayo era una persona, no una estadística. Su muerte no debió haber ocurrido», dijo en un comunicado la directora regional de la Oficina de Salud y Seguridad Ocupacional del Departamento de Trabajo, Kay Gee.