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Asunción, 20 ago (EFE).- Un indígena de la etnia énxet, Anuncio Giesbrecht, el primer nativo del Chaco en ser proclamado ganador de una elección interna del principal grupo político de Paraguay, el Partido Colorado, denunció hoy a Efe que su victoria fue anulada «tras la adulteración de las actas».
El líder indígena se encadenó esta madrugada a las puertas de la sede del Partido Colorado en Asunción para exigir que se revisen los votos de las elecciones internas del pasado 26 de julio, en las que primero fue proclamado vencedor en la ciudad de Loma Plata, departamento de Boquerón (Chaco), y luego declarado perdedor.
El Tribunal Electoral del Partido Colorado revisó el resultado y declaró ganador a Herbert Funk, directivo de la cooperativa ganadera Chorittzer Komitee, que pertenece a los colonos menonitas, evangélicos ortodoxos de origen alemán, holandés, canadiense y estadounidense, asentados en el Chaco y que han controlado tradicionalmente todas las alcaldías de la zona.
Funk había admitido el día de la elección su derrota por 53 votos, en declaraciones al diario ABC Color, sin embargo el Tribunal del partido aseguró este jueves que hubo «un error» en ese recuento y que el ganador había sido el menonita.
Por ello, Giesbrecht decidió encadenarse durante la noche en la entrada principal de la sede del Partido Colorado o Asociación Nacional Republicana (ANR), que gobierna Paraguay desde 2013, y que lleva todo el 2015 envuelto en campañas políticas internas por estos comicios.
El candidato a la alcaldía de Loma Plata permaneció un rato encadenado hasta que decidió soltarse y aguardar hasta el amanecer en el interior del edificio central de la ANR, en el centro de Asunción, esperando al nuevo recuento de votos del Tribunal y a ser recibido por las autoridades del partido.
«Me dijeron que a la mañana me iba a recibir la presidenta del partido, Lilian Samaniego, o Pedro Alliana, pero fue mentira, ni uno se acercó», dijo a Efe Giesbrecht.
«Yo entré esta mañana a la oficina del tribunal y encontré actas que fueron adulteradas», declaró.
Según el político énxet, «los menonitas cambiaron las actas», y le dijeron que no le iban a permitir ser intendente en su municipalidad.
«El motivo es que son demasiado racistas en el Chaco», explicó Giesbrecht, miembro de unos de los pueblos autóctonos de la región chaqueña, declarada reserva de la Biosfera por la Unesco, pues es el segundo bosque más extenso de Sudamérica, repartido entre Bolivia, Paraguay, Argentina y una pequeña parte del sur de Brasil.
Se trata de una zona con poca densidad de población en comparación con el resto de las regiones de estos países, pero con más de una veintena de pueblos originarios diferentes que conviven con la cultura criolla o la menonita, llegada allí a principios del siglo XX.
«Todos los indígenas somos discriminados allí. En muchas formas: en el trabajo, en los lugares públicos, donde nunca nos juntamos con los menonitas. Viene de hace muchos años, no es la primera vez, hace bastante tiempo que estamos así, y ahora no quieren que sea intendente», agregó.
La localidad de Loma Plata es, junto con Filadelfia y Neuland, una de las tres ciudades del Chaco paraguayo que fueron fundadas por los colonos menonitas y donde ahora conviven con chaqueños de distintos pueblos nativos.
Alrededor de un 30% de la población es indígena en el Chaco paraguayo, que comprende un 60% del territorio del país, según datos del último censo nacional de pueblos indígenas, que data de 2012.