Eduardo Davis
Brasilia, 26 ago (EFE).- El Senado brasileño renovó hoy el mandato del procurador general, Rodrigo Janot, responsable por la investigación del escándalo de corrupción en la petrolera Petrobras, pero lo hizo en medio de críticas oficialistas a su actuación en ese caso, que salpica a medio centenar de políticos.
El fiscal Janot fue interrogado durante más de diez horas por una comisión, que recomendó que continúe en el cargo por amplia mayoría, en una decisión refrenda poco después por el pleno del Senado con 59 votos a favor, doce en contra y una abstención.
El mandato de Janot, quien se ha ganado la simpatía de la mayoría de los brasileños por su firmeza ante la corrupción en la petrolera estatal, concluirá a mediados del mes próximo y la presidenta Dilma Rousseff pidió renovarlo por otros dos años.
La comparecencia de Janot ante la comisión tuvo algunos momentos de tensión, pues entre los miembros de ese grupo estaban diez de los políticos sospechosos de haber participado en esa red de corrupción, que según los cálculos de Petrobras se apropió de 2.000 millones de dólares durante la última década.
El más agresivo fue el expresidente y senador Fernando Collor de Mello, a quien el organismo que dirige Janot ha acusado formalmente ante la Corte Suprema por los supuestos delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
Collor gobernó entre 1990 y 1992, cuando renunció acorralado por denuncias de corrupción, y fue el primer senador en presentarse hoy en la sala en que se reunió la comisión.
El expresidente ocupó una silla enfrente de donde se ubicaría Janot y al tomar la palabra acusó al fiscal de irregularidades en la contratación de una empresa de comunicación para su despacho, lo cual fue negado en forma tajante por el procurador, quien esgrimió documentos de órganos de contraloría que avalaron esa negociación.
Collor pertenece al Partido Laborista Brasileño (PSB), que acaba de abandonar la base parlamentaria que respalda a Rousseff, de la cual partieron otras críticas a la actuación de Janot en el llamado «caso Petrobras».
Aunque respaldaron la continuidad del fiscal, los senadores del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Rousseff y uno de los más salpicados por el escándalo, afirmaron que la investigación en Petrobras se ha ensañado con esa formación.
«Es un proceso completamente selectivo» y hasta ahora ha excluido a muchos miembros de la oposición que también están implicados en el asunto, denunció el senador Lindberg Farias, del PT y quien forma parte del grupo de medio centenar de políticos bajo investigación.
La misma opinión manifestó el senador Jorge Viana, también del partido gobernante, quien dijo que «hay hechos muy concretos sobre la corrupción en el metro de Sao Paulo», estado gobernado por el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que «no han sido investigados todavía».
También sostuvo que el excandidato presidencial del PSDB Aécio Neves recibió para su campaña dinero de empresas privadas que han participado en la red de corrupción de Petrobras, pero no ha sido abierta una investigación sobre ese asunto.
Neves, presente en la sesión, sostuvo que el dinero que recibió como «donación» de esas empresas fue debidamente declarado, como lo dispone la ley, y aprovechó para reiterar sus ataques al PT, al que se refirió como «un grupo político sin escrúpulos que se apropió del Estado brasileño».
El PSDB también aprovechó la comparecencia de Janot para insistir en que se investigue la supuesta responsabilidad de Rousseff en esas corruptelas, ya que, como ministra de su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, integró el consejo directivo de Petrobras en la época en que arreciaban las corruptelas.
Janot evitó pronunciarse sobre esa posibilidad, pero insistió una y otra vez en que la investigación «llegará hasta dónde deba llegar» y que la actuación de la Fiscalía se fundamenta en «el principio de que todos son iguales ante la ley».
Según Janot, «los hechos son investigados en la medida en que llegan y se presentan. No los inventa la Procuraduría».