viernes, 28 de agosto de 2015
Muestra fotográfica recorre la vida del creador de la guarania en Paraguay

Asunción, 28 ago (EFE).- La muestra fotográfica «José Asunción Flores, legado de un creador», inaugurada hoy en la Casa Bicentenario de la Música de Asunción, recorre la vida de este músico paraguayo (1904-1972), a quien se atribuye la creación de la guarania, un género folclórico típico de Paraguay.
La muestra fue inaugurada en conmemoración del Día de la Guarania, celebrado cada 27 de agosto en recuerdo del nacimiento en 1904 de José Asunción Flores.
La exposición se compone de unas treinta imágenes de distintos momentos de la vida del creador de la guarania, desde su niñez, su paso por la Banda de la Policía, su estancia en Buenos Aires o sus viajes a Europa.
Además se exhiben partituras y tapas de sus discos de diferentes épocas, según un comunicado del Centro Cultural de la República El Cabildo, brazo cultural del Congreso y del que depende la Casa Bicentenario de la Música.
«La muestra pretende rescatar del olvido a uno de los mayores creadores de la música paraguaya de todos los tiempos», declaró el periodista Antonio V. Pecci, organizador de la exposición.
Flores, nacido en el humilde barrio de La Chacarita, en el corazón de Asunción, trabajó de niño como lustrabotas y cartonero, hasta que debió integrarse a las filas de la Banda de la Policía como castigo por un hurto.
El joven continuó estudiando composición y violín, y hacia 1925 empezó a experimentar con un nuevo género musical, al que llamó guarania, ralentizando el ritmo de las típicas polcas que se bailan en Paraguay.
Así, la guarania suele ser una composición de tintes melancólicos con una cadencia rítmica lenta en un compás de seis por ocho, con letras dedicadas recurrentemente al amor, aunque también a la alabanza del país y al heroísmo del pueblo indígena guaraní, nativo de Paraguay.
Junto al poeta paraguayo Manuel Ortiz Guerrero, Flores escribió varias guaranias muy conocidas, como «India», «Cerro Corá», o «Panambí Verá».
Tras participar en la Guerra del Chaco contra Bolivia (1932-1935), Flores se trasladó a Buenos Aires huyendo de la inestabilidad política en su país.
En esta ciudad transcurrió gran parte de su exilio durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), y fue allí donde falleció en 1972, sin haber podido regresar a Paraguay.
Sus restos fueron repatriados a Paraguay en 1991 y reposan en una plaza que lleva su nombre en Asunción.