jueves, 3 de septiembre de 2015
Presidente Panamá pide a Colombia y Venezuela reunirse por bien de afectados

Panamá, 2 sep (EFE).- El presidente panameño Juan Carlos Varela pidió hoy a los mandatarios de Colombia y Venezuela reunirse para solucionar la crisis fronteriza entre ambos países y «enfocarse» en la población afectada.
«Una vez más hago un llamado respetuoso y firme a ambos jefes de Estado a que se reúnan y que ellos dos, con su equipo de gobierno, resuelvan este conflicto por el bienestar de las personas que habitan en la frontera», dijo Varela al salir de un acto oficial en la Asamblea Nacional.
Cuestionado por periodistas sobre la abstención de Panamá en una reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la que Bogotá planteó llevar el asunto a una discusión continental, Varela aseguró que la votación se decidió para mantener la neutralidad entre ambos países.
Aseguró que «dos o tres horas antes» del conteo recibió una llamada del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la que este manifestó su intención de reunirse con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos.
Al resultarle imposible comunicarse con Santos, Panamá pidió en la OEA retrasar la votación «para que se permitiera a la diplomacia hacer el trabajo, ante la propuesta de Maduro», pero esto no sucedió.
«Tomé la decisión (de abstenerse) con la canciller (Isabel De Saint Malo de Alvarado) para mantener ese vínculo que se estaba estableciendo y no cortar esa propuesta que se había dado, que en mi óptica es lo mejor que le puede pasar a este conflicto: que se reúnan lo antes posible y debatan el tema como tienen que debatirlo», aseguró Varela.
El presidente reiteró su llamado a un diálogo bilateral, ya sea en Panamá o en Ecuador.
Colombia intentó llevar a debate el tema fronterizo en la OEA, pero el lunes se quedó a un voto de alcanzar los apoyos necesarios en una sesión del Consejo Permanente del organismo interamericano.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, confesó más tarde que contaban con el voto positivo de Panamá, que se abstuvo.
La crisis entre Venezuela y Colombia arrancó el pasado 19 de agosto, cuando el presidente Maduro ordenó el cierre de un tramo de la frontera entre ambos países con el argumento de combatir el contrabando y a supuestos paramilitares.
Esta orden fue seguida de la declaración de un estado de excepción que desembocó en deportaciones masivas y generó un éxodo de colombianos con los pocos enseres que pudieron cargar a cuestas a través de trochas que cortan el fronterizo río Táchira.
Según un informe difundido el lunes y realizado por funcionarios de organismos de las Naciones Unidas que visitaron la zona, 1.100 colombianos habían sido repatriados hasta esa fecha por Venezuela y al menos otros 10.000 regresaron a su país por miedo, algo que Santos calificó como una «tragedia humanitaria».
El alcalde del municipio colombiano de Cucúta, en la zona froneriza, acudió hoy a la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington para pedir una investigación sobre las deportaciones y el otorgamiento de medidas cautelares en beneficio de 1.512 niños que no pueden ir a la escuela y de colombianos deportados que no pueden recuperar bienes en Venezuela.
La canciller María Ángela Holguín, de Colombia, emprenderá la próxima semana una gira por Ginebra, Nueva York y Washington para denunciar ante organismos de las Naciones Unidas y la Organización Internacional de Migraciones (OIM), los atropellos sufridos por sus compatriotas en Venezuela.
Mientras, desde Caracas, el Parlamento de mayoría chavista dio apoyo al decreto de estado de excepción en cuatro municipios que se añaden a otros seis donde ya se aplicaba esta medida, y que permite a las autoridades venezolanas revisar e investigar a personas, comercios y viviendas.