Lisboa, 14 sep (EFE).- El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, reveló sentirse legitimado por el trabajo de esta legislatura para presentarse a la reelección «con la cabeza alta» e insistió en que en 2011 se encontró al país al borde de la bancarrota.
«Como jefe del Gobierno hoy me presento ante los portugueses, a los que gusto y a los que no (…) con la cabeza alta», subrayó el candidato conservador a los comicios del próximo 4 de octubre.
Durante la precampaña electoral, Passos Coelho ha defendido que no fue responsable de la difícil situación financiera que atravesaba Portugal cuando accedió al cargo, y atribuyó la culpa al Ejecutivo anterior, de signo socialista.
«No puedo ser responsabilizado de los tiempos de 2011», recalcó el primer ministro, quien sin embargo sí asumió haber sido el encargado de implementar severas políticas de austeridad para reducir el déficit público, como exigían los organismos internacionales que concedieron a Portugal su rescate.
El jefe del Gobierno luso instó a los ciudadanos que no pertenecen a ningún partido político a tener «memoria histórica» y no olvidar el punto de partida de su mandato, con el país ya intervenido por la troika y en crisis.
El discurso del aspirante a la reelección en esta precampaña se ha basado en destacar la recuperación económica del país, que después de tres ejercicios consecutivos en recesión volvió a crecer en 2014 (un 0,9 %) y espera cerrar este año con una subida del PIB del 1,6 %.