Sao Paulo, 18 sep (EFE).- La multinacional estadounidense Ford aplicará el trabajo a jornada reducida en su fábrica brasileña de Sao Bernardo do Campo, en el estado de Sao Paulo, para revocar los 200 despidos que habían sido anunciados por la compañía, informaron hoy fuentes sindicales.
Ford y los representantes de los trabajadores acordaron la adhesión al Programa de Protección al Empleo (PPE), propuesto por el Gobierno federal y que contempla una reducción de la jornada laboral y de los salarios, según un comunicado del Sindicato de Metalúrgicos del ABC, en la región metropolitana de Sao Paulo.
Tras el acuerdo, los trabajadores anunciaron el fin de una huelga que habían iniciado hace ocho días para protestar contra los despidos planeados por la multinacional.
Ford es la tercera montadora del ABC, como se conoce el cordón industrial de los municipios de Santo André, Sao Bernardo do Campo y Sao Caetano, en la región metropolitana de Sao Paulo, en adherirse al PPE, después de que ya lo habían hecho las alemanas Mercedes Benz y Volkswagen.
Las tres empresas negociaron con el sindicato una reducción del 20 % en la jornada laboral por seis meses, con posibilidad de ampliarla por igual período, y una disminución del 10 % de los salarios.
El otro 10 % restante de la reducción de los salarios será financiado por el Fondo de Amparo al Trabajador (FAT), uno de los mecanismos que incluye el PPE.
Protegido durante años con incentivos del Gobierno, el sector del automóvil enfrenta una grave crisis por la suspensión de los descuentos fiscales que el Estado le concedía, así como por el empeoramiento de la economía brasileña.
La economía de Brasil se encuentra en recesión técnica después de dos trimestres consecutivos en contracción y lastrada por una inflación al alza, un aumento de las tasas de interés y la restricción del crédito, la cual espera ser superada con un reciente programa de recursos a través de los bancos públicos.
Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), las ventas cayeron en agosto un 23,9 % frente al mismo mes de 2014, y un 8,9 % ante los resultados de julio.
En medio de este escenario, la industria automotriz ha adoptado medidas para reducir su producción, mediante la disminución de la jornada laboral, la paralización de la fabricación y hasta despidos masivos en algunas fábricas.