Montevideo, 23 sep (EFE).- Conseguir un balance entre los objetivos de inflación, competitividad, situación fiscal y política de ingresos es la finalidad de la intervenciones del Banco Central del Uruguay (BCU), dijo el presidente de la entidad, Mario Bergara, en una entrevista difundida hoy por la Presidencia de la República.
«Hay que ver la inflación y la competitividad, hay que ver la situación fiscal, hay que ver la política de ingresos. Todo eso hay que estar manejándolo de manera sistemática, concomitante, procurando de cumplir todos esos objetivos de manera balanceada», señaló Bergara.
«El olvidarnos de algunos nos va a traer problemas en todos», agregó el presidente del BCU.
En ese sentido, discrepó con las posiciones que señalan que hay que dejar de lado la inflación en procura de resolver objetivos de competitividad.
«Ahora escuchamos a nivel público que hay que dejar de la lado la inflación en aras de resolver objetivos de competitividad. Es incomprensible porque soslaya el hecho de que inflación es un enemigo de la competitividad», afirmó el dirigente.
«Lo que genera un proceso inflacionario es más incertidumbre, más distorsión y problemas de expectativas, y va a tener más impactos negativos sobre la competitividad que el supuesto beneficio que esa instancia tendría a corto plazo», continuó.
Bergara explicó que la inflación incide en el bolsillo de los trabajadores y sobre todo en el de los más pobres, debido a «un crecimiento más rápido de los precios y el deterioro de la capacidad de compra de todos aquellos que tienen sus ingresos en moneda local».
«Por lo tanto, enfatizamos la necesidad de mantener el equilibrio de los objetivos», aseveró.
El BCU vendió ayer 64,9 millones de dólares al contado, la mayor cantidad desde que a finales de julio decidiera intervenir con el fin de «mitigar eventos de excesiva volatilidad en el mercado cambiario», según se explicó entonces.
Bergara indicó que este tipo de intervenciones respetan los fundamentos del precio del dólar y que son transparentes y explícitas.
«Mas que intervenir es dejar que el tipo de cambio exprese sus fundamentos. Antes el dólar se caía a nivel global y también aquí, ahora se fortalece y aquí también», explicó.
El alto funcionario detalló que hace dos años un dólar equivalía 19 pesos uruguayos y hoy vale casi 29.
«O sea que nadie puede decir que no se ha permitido una depreciación importante de nuestra moneda», indicó.
En términos nominales, observó que la apreciación del dólar de los últimos dos años fue superior a 50 %, mientras que en términos reales la depreciación del peso respecto de la moneda estadounidense llegó a 25 %.
También indicó que en el último año esta depreciación real alcanzó 15 %.
«Es bastante más de lo que cayeron los precios internacionales de lo que nosotros exportamos, según el indicador de precios de exportación que genera la cámara de industrias», concluyó.