Montevideo, 7 oct (EFE).- «Uruguay no está en crisis y no está en recesión», fue el mensaje que lanzó este miércoles el ministro de Economía del país suramericano, Danilo Astori, durante su participación en un desayuno informativo celebrado en Montevideo en el cual repasó la situación económica del Estado.
El ministro reiteró el mantenimiento de la meta de crecimiento recogida en el presupuesto nacional hasta 2020 -cuando finaliza el mandato del Gobierno actual- en un 2,7 % en promedio, un porcentaje que, en su opinión, es «razonablemente cuidadoso».
A pesar de ello, Astori subrayó que la economía uruguaya está viviendo un «proceso de desaceleración evidente», aunque apuntó que «no hay que magnificar, ni extralimitar los juicios al respecto, ignorando la presencia de factores circunstanciales».
«En el primer semestre de este año, Uruguay creció un 2,2 % respecto al mismo periodo del año pasado. El resultado negativo del segundo trimestre (cayó un 1,8 % en relación al primero) está explicado casi en su totalidad por un factor circunstancial, que es la baja generación de capacidad eléctrica del país (por una sequía), lo cual significa (…) menor producción nacional y una caída de la misma», dijo.
Sobre las dificultades externas que afronta Uruguay, Astori señaló la desaceleración de las economías emergentes y el deterioro «inédito» de Brasil, desde el punto de vista económico (en recesión técnica y con su moneda fuertemente devaluada frente al dólar en los últimos meses) y por su «fragilidad política», aseguró.
En cuanto a las dificultades internas de la economía uruguaya, el ministro también señaló la presión inflacionaria -9,14 % en el acumulado de los últimos 12 meses- y el déficit fiscal, que calificó de «insostenible» y consideró necesario manejarlo correctamente para que no siga impactando en el endeudamiento neto del país.
Acerca de este último punto, el titular de la cartera de Economía dijo que el objetivo es finalizar el mandato con una reducción del déficit fiscal hasta el 2,5 %.
En cuanto a los desafíos del país suramericano, de 3,3 millones de habitantes y un Producto Interior Bruto (PIB) en 2014 de alrededor de 45.134 millones de dólares, Astori destacó la necesidad de mejorar la inserción internacional de Uruguay.
El país suramericano, que abandonó las negociaciones del tratado global para la liberación de los servicios conocido como TISA a comienzos del pasado septiembre, debe abogar por la concreción de los acuerdos de libre comercio que cuatro de los miembros del Mercosur, Argentina, Brasil y Paraguay, además de Uruguay, negocian con la Unión Europea, señaló Astori.
En relación a esto, el político se mostró cauto e indicó que todavía no puede evaluar el impacto de esa decisión dado que es muy reciente y a que «la experiencia del Tisa no está claramente definida», aunque manifestó su preferencia personal de haber permanecido en las negociaciones para «saber qué está ocurriendo».
«Uruguay no está en crisis y no está en recesión», fue el contundente mensaje que lanzó Astori durante su alocución en la conferencia organizada por la revista «Somos Uruguay», en la que también mencionó las fortalezas de la economía nacional.
En este sentido, destacó la solidez financiera de Uruguay, la «modesta» aparición de nuevos sectores económicos, la fortaleza institucional y la «diferenciación» del país, que argumentó con el otorgamiento del grado inversor por parte de la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s en un contexto de «volatilidad» económica internacional.