miércoles, 7 de octubre de 2015
Expertos internacionales exponen desafíos que surgirán en una Colombia en paz

Bogotá, 7 oct (EFE).- Expertos internacionales expusieron hoy en un foro celebrado en Bogotá los desafíos que surgirán en una Colombia en paz a partir de las experiencias de otros países en los que también se vivieron conflictos armados de larga duración.
El seminario «Desarrollo Económico: una estrategia para la construcción de territorios en paz», que se realizó por iniciativa de la Unión Europea (UE) y el Gobierno colombiano, entre otras instituciones, apostó por la igualdad entre todos los sectores sociales para hacer efectivos los acuerdos de La Habana.
«La inclusión socioeconómica, la creación de empleo digno, la generación de ingresos y oportunidades para jóvenes y mujeres y el aprovechamiento sostenible del potencial de los territorios es fundamental para la construcción de paz», señaló la jefe de la sección Política de la UE en Colombia, Rachel Brazier.
En este sentido, el director de las Agencias de Desarrollo Económico Local (ADEL), que hacen parte de la organización Ils-Leda, Giancarlo Canzanelli, dijo que «el diálogo no sirve si no genera una respuesta concreta, un ingreso para la población y oportunidades que hagan que ese ingreso sea permanente».
Canzanelli, que ha trabajado en varios países de Latinoamérica, África, Oriente Medio y Balcanes, expuso como caso de éxito el vivido en los barrios del sur de Beirut (Líbano), donde al conflicto árabe-israelí se le une el interno por la presencia de tres grupos religiosos: chiítas, sunitas y cristianos maronitas.
Ils-Leda, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), consiguieron sentar a las tres confesiones en la misma mesa, después de dos décadas de incomunicación y aislamiento.
«Logramos que se entendieran porque había unos problemas comunes a los que hacer frente que solo podían resolverse de manera conjunta», detalló Canzanelli.
Los grupos religiosos crearon un mercado común que integró a todos los comerciantes, lo que les permitió generar unos ingresos sostenibles, «un ejemplo de diálogo finalizado en acciones concretas que dan respuesta a unas necesidades» porque «solo así se podrá reactivar la economía», apostilló.
Por su parte, el director de ADEL en el departamento de Morazán (El Salvador), Alejandro Benítez, habló de los problemas surgidos en los escenarios del posconflicto tras la firma de paz en 1992 entre la antigua guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el Gobierno de ese país.
«Hubo un enfrentamiento entre los retornados que no tuvieron relación con el conflicto, la población que sí la tuvo y con los mismos excombatientes» por la propiedad de la tierra, un hecho que generó asentamientos, indicó.
También apareció la lacra del alcoholismo entre militares y excombatientes que vieron «que no tenían nada que hacer y eso era una frustración para ellos», después de haber pasado toda una vida en las trincheras, añadió Benítez.
En su opinión, es fundamental «lograr que las nuevas instituciones locales faciliten procesos que logren la reinserción de todos los actores».
El experto y consultor en políticas públicas y desarrollo Diego Bautista apostó por un «enfoque personalizado para cada territorio» a la hora de implementar los acuerdos de paz que el Gobierno colombiano mantiene con la guerrilla de las FARC desde hace casi tres años y reducir «diferencias entre el campo y la ciudad».