lunes, 26 de octubre de 2015
Las alcaldías colombianas no son para exvicepresidentes

Bogotá, 25 oct (EFE).- Dos exvicepresidentes colombianos, Francisco Santos y Angelino Garzón, se jugaron buena parte de su futuro político en las elecciones locales de hoy, pero fracasaron en su intento de ganar las Alcaldías de Bogotá y Cali, respectivamente.
Santos, que fue vicepresidente entre 2002 y 2010, hizo una apuesta arriesgada con su intento de ganar la Alcaldía de Bogotá, una ciudad que lleva doce años en manos de la izquierda.
El exvicepresidente se presentaba por el partido Centro Democrático, una organización muy escorada a la derecha que fue fundada por el exmandatario Álvaro Uribe, uno de los grandes nombres de la política colombiana que mostró su respaldo sin fisuras a Santos, primo del presidente Juan Manuel Santos.
Con esa situación y ante las pocas probabilidades de que un candidato de su perfil ganase en Bogotá, prácticamente nadie esperaba que consiguiera un buen resultado en unos comicios en los que los ciudadanos querían movilizarse alrededor de un candidato para conseguir desbancar a la izquierda.
Los bogotanos se agruparon entorno a las dos opciones más moderadas, Enrique Peñalosa, candidato de Equipo por Bogotá, y Rafael Pardo, miembro del Partido Liberal y apoyado por el gubernamental Partido de la U.
Finalmente, Santos terminó el cuarto en las elecciones con 327.852 votos, lo que supone un 12 % de los sufragios bogotanos.
Pese a su caída, el exnúmero dos del país se mostró satisfecho y afirmó en su cuenta de Twitter que hizo «una campaña limpia, sin ataques personales sino con propuestas» y agradeció a sus contrincantes en la liza electoral.
Más dura fue la caída para Garzón, vicepresidente de la República entre 2010 y 2014, primer mandato de Juan Manuel Santos.
Con el impulso de ser uno de los políticos mejor considerados por su trabajo y más valorados en la faceta personal por los colombianos, la antigua mano derecha de Santos presionó al Partido de la U para que lo nombrase candidato a la Alcaldía de Bogotá.
No consiguió el apoyo para Bogotá y después de deshojar la margarita durante más de un año optó por la nominación a Cali, la tercera ciudad del país.
Sin embargo, el apoyo dividió a dos aliados electorales, el Partido de la U y el Liberal, que ya había comprometido su respaldo a Roberto Ortiz.
Los dos partidos, sostenedores del Gobierno de Santos repartieron su nicho de apoyo y de ello se aprovechó el empresario independiente Maurice Armitage que venció con el 38,52 % de los votos.
Muy por detrás quedó Garzón, que comenzó despuntando en las encuestas y progresivamente fue quedando relegado hasta terminar en tercera posición con el 21,47 % de los sufragios.
Los resultados no solo muestran que las ciudades no son territorio para vicepresidentes, sino que además abren un oscuro futuro para dos nombres que tuvieron un peso muy grande en la política colombiana.