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Discurso de Gabriel Boric
Redacción deportes, 4 dic (EFE).- Las selecciones de Brasil, vigente campeona del Mundo, y Noruega, actual campeona olímpica y europea, protagonizarán a partir de mañana un intenso duelo por la corona universal, en un Mundial de Dinamarca, que se antoja como el primer asalto del duelo que ambos equipos volverán a protagonizar el próximo año en Río por el oro olímpico.
La pugna entre la nueva fuerza emergente del balonmano femenino, el combinado brasileño, y la tradición, que representa el equipo nórdico, centrará la atención de un campeonato, en el que además del cetro mundial estará en juego un billete olímpico, que ya tienen seguro americanas y europeas.
Circunstancia que aumentará la presión del resto de aspirantes, que tratarán de aprovechar cualquier mínimo fallo de brasileñas y noruegas para asaltar el primer escalón del podio, el único que garantiza la presencia en Río.
Una nómina de candidatos que encabeza el conjunto anfitrión, Dinamarca, que confía en poder reverdecer con el apoyo de su público los laurales que le convirtieron en el cambio de siglo en la potencia hegemónica del balonmano femenino con tres títulos olímpicos consecutivos, tres oros europeos y una corona mundial.
Junto con las danesas figuran en todos los pronósticos las selecciones de España, vigente subcampeona de Europa, Suecia, liderada por la excepcional Isabelle Gullldén, elegida mejor jugadora del pasado Europeo, y Montenegro, que volverá a tener en Katarina Bulatovic a su gran estrella.
Sin olvidar, como no, a potencias de la talla de Francia, que contará con una Allison Pineau en un excelente momento de forma, Rusia, que, esta vez sí, alineará a todas sus figuras, y Hungría, que a diferencia del pasado Europeo podrá en contar en Dinamarca con la presencia de Anita Görbicz.
Grandes estrellas entre las que no figurará la portera noruega Katrin Lunde, que se perderá el Mundial por decisión técnica, mientras que Brasil contará, en este caso por lesión, con las ausencias de la central Mayara y la extremo Samira, claves en el título conquistado hace dos años en Serbia.
Bajas no merman el favoritismo de brasileñas y noruegas, que tendrán en el calendario, uno de sus mayores enemigos, ya que americanas y europeas podrían encontrarse, en función de los resultados de la primera fase, en los octavos de final, muy pronto, para las aspiraciones de ambos conjuntos.
Una posibilidad que alienta las esperanzas del resto de candidatos, a los que un prematuro duelo entre Brasil y Noruega, no sólo les abriría el camino hacia la final, sino también las posibilidades de sellar un pasaporte olímpico, que se antoja tan importante como la posibilidad de medalla.