sábado, 5 de diciembre de 2015
Ministro peruano propone cambiar armas por tabletas electrónicas en el Callao

Lima, 5 dic (EFE).- El ministro peruano del Interior, Jose Luis Pérez Guadalupe, sugirió regalar tabletas electrónicas a quienes entreguen armas de fuego en el Callao, la ciudad portuaria de Lima, que desde hoy y por 45 días estará en estado de emergencia a causa de la delincuencia, informó hoy su despacho.
Tras participar en la beatificación de tres sacerdotes asesinados por la organización terrorista Sendero Luminoso en 1991, Pérez Guadalupe anunció que impulsará una campaña de entrega voluntaria en el Callao junto al gobernador regional de esa provincia constitucional, Félix Moreno.
«Voy a hablar con el gobernador regional para poder hacer este cambio: armas por tabletas. La violencia vamos a cambiarla por la educación», afirmó Pérez Guadalupe.
El ministro aseguró que redoblará los esfuerzos en seguridad mientras se prolongue el estado de emergencia, y añadió que ya se realizó un operativo donde participaron 1.500 agentes de Policía.
Pérez Guadalupe explicó que el estado de excepción es una medida de prevención para proteger a los chalacos de «un alto riesgo de que se agudice la guerra entre bandas delictivas», advertida en un informe de inteligencia de la Policía.
«Cuando tengamos sospecha de que presuntos delincuentes están reunidos en un inmueble, ya no tendremos la necesidad durante estos 45 días de pedir al juez que nos dé una orden para ingresar. Vamos a poder ingresar directamente», comentó.
Pérez Guadalupe apuntó que tanto la campaña de entrega de armas como el estado de emergencia tienen el fin de pacificar el Callao para que no haya más derramamiento de sangre y para capturar a la mayor cantidad de delincuentes posible.
La declaración de emergencia entró hoy en vigencia, dos días después del asesinato a balazos de un exrecluso y excolaborador con la Municipalidad del Callao, Wilbur Castillo, en las calles de esa localidad.
Castillo había denunciado en 2012 un supuesto caso de espionaje telefónico en esa localidad y después acusó a sus autoridades de querer asesinarlo.
El fallecido integró una de las bandas de secuestradores más peligrosas del Callao y la Policía sostiene que su homicidio responde a una disputa entre mafias que extorsionan en las obras de construcción civil.