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Discurso de Gabriel Boric
Columbus (Ohio, EEUU), 6 dic (EFE).- La liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS) ya tiene a un nuevo campeón con los Timbers de Portland que se impusieron a domicilio 1-2 al Crew de Columbus, y al centrocampista argentino Diego Valeri como el nuevo Jugador Más Valioso (MVP).
Cierto que el partido de la final no pasará a la historia del fútbol de la MLS ni del deporte del fútbol, fue la más completa expresión del mayor desconocimiento de lo que son los fundamentos del deporte del fútbol.
De hecho los tres goles llegaron por errores imperdonables de jugadores que desconocieron por completo esos fundamentos como fue el caso de los arqueros Steve Clark, del Crew, y el sueco de origen ghanés Adam Larsen Kwarasey, de los Timbers.
El error de Clark, el más escandaloso a los 27 segundos de haberse iniciado el partido no tuvo más ocurrencia que jugar hacia su portería un balón que le había entregado un defensa.
Resultado surgió la picardía y el instinto de alguien que si sabe de fútbol como el veterano Valeri, siguió la acción se le presentó por detrás y cuando Clark quiso reaccionar vio como el balón estaba ya dentro de su marco después de haber rebotado en el cuerpo del jugador argentino.
A partir de ahí surgió la figura de Valeri, que se encargó de ser todavía más director del juego de su equipo, especialmente en la segunda parte cuando controlaron el centro del campo, y abrió el camino para darle el primer título a los Timbers con los que lleva tres temporadas.
A sus 29 años y después de haber superado una grave lesión de ligamentos en la rodilla izquierda, Valeri con un salario de 550.000 dólares, el tercer mejor pagado del equipo, donde el que más cobra es un millón de dólares, el defensa inglés Liam Ridgewell, vio cumplido el sueño de darle un título a Portland, su segunda ciudad.
«Estamos felices con esta final, es un honor haber logrado la primera MLS Cup para las vitrinas de Portland», declaró Valeri, el nativo de la localidad de Valentín Alsina, al recibir el trofeo que lo distinguió como el mejor jugador de la final. «Quiero agradecerle a todos los fanáticos que nos apoyaron durante todo el año porque gracias a ellos estamos acá».
Su gol a los 27 segundos del partido definitivamente marcó el destino en la MLS Cup en todos los aspectos porque dejó en evidencia el pobre nivel de juego que hay dentro de la liga, descubrió también las carencias de un rival sin definición en su juego y confirmó que en esta liga la clave para ser campeón es correr y mucho.
El propio Valeri, que desde que llegó a la MLS su mejor virtud ha sido el espíritu de lucha constante, definió mejor que nadie la clave del partido y del triunfo.
«Sabíamos que ellos arriesgan para jugar, esa es su manera. Sabíamos que debíamos ser agresivos, presionar, porque sus situaciones siempre empiezan desde la línea de defensa, entonces había que estar muy arriba y no dejar espacios», comentó el argentino.
Esto fue lo que sucedió, desde la primera acción clave que el mismo protagonizó al dejar en evidencia al arquero Clark.
Eso fue lo que hizo que Valeri, el primer título de la MLS de Portland tenga un sabor especial por la manera como lo lograron, sin ser favoritos y porque hace un año se encontraba en muletas, en los primeros meses de una larga y complicada recuperación de la lesión de ligamentos.
«Es muy especial para mí, sé que es especial para el club, pero para mí fue un año muy largo, superé por segunda vez una lesión de ligamentos, que no es algo divertido, pero cuando uno se esfuerza en cada entrenamiento, en cada partido al final todo es posible», expresó Valeri.
Como es posible que un equipo con uno de los presupuestos más bajos de la MLS sea el campeón de liga y los multimillonarios, empezando por el Galaxy de Los Ángeles, los campeones de la pasada temporada, estén de vacaciones.
Lo mismo que el New York City FC, el Orlando City, Toronto FC, Montreal Impact y los Sounders FC de Seattle, entre otros, donde están las estrellas mediáticas y millonarias de la MLS, que en el campo y a la hora de los resultados deportivos para nada compensaron todo el dinero que reciben.
«Voy a guardar esto en mi corazón, ahora a disfrutar durante toda la pretemporada y luego volver a trabajar más duro que nunca con el objetivo de conseguir más trofeos con este equipo», agregó Valeri, que fue también el símbolo del triunfo, una vez más y ya son muchas en la historia de la MLS, de todo el fútbol latinoamericano.
Un fútbol al que el comisionado de la MLS, Don Garber, y los directivos de los equipos sigue sin querer reconocer toda la gran aportación que ha hecho al desarrollo de la liga desde que se fundó en 1996 y sin darles a sus jugadores la compensación económica que se merecen en función de rendimiento que tienen en el campo.