domingo, 27 de diciembre de 2015
Rescatan en Bolivia a 2 presuntos ladrones que iban a ser quemados por turba

La Paz, 27 dic (EFE).- La Policía boliviana rescató hoy a dos jóvenes de 18 y 20 años a quienes los habitantes de un pueblo en la zona central del Chapare golpearon e intentaron quemarles vivos después de que estos supuestamente robaran una motocicleta.
El suceso ocurrió esta madrugada en la localidad de Entre Ríos, cuando los jóvenes identificados con las iniciales J.C.O.H. y E.A.S.P. robaron la motocicleta a una mujer y fueron atrapados por vecinos alertados por la víctima, informó a la agencia estatal ABI el jefe de la Policía en el Chapare, Daniel Mérida.
«Una multitud de unas 150 a 200 personas enardecida quiso victimar a los dos jóvenes golpeándoles y prendiéndoles fuego», señaló Mérida.
La Policía fue alertada por teléfono sobre el intento de linchamiento y logró llegar a tiempo al lugar para evitar la muerte de los supuestos ladrones, quienes se encontraban atados a un poste.
Tras dialogar durante una hora con la gente, los agentes lograron rescatar a los jóvenes.
Uno de los muchachos fue llevado a un hospital en la localidad de Villa Tunari y otro a un centro de salud en la ciudad de Cochabamba «por la gravedad de sus lesiones», indicó el jefe policial.
La Policía investiga si los jóvenes tienen antecedentes penales, además de la procedencia de la motocicleta robada, ya que la mujer víctima del robo no tenía los documentos de propiedad del vehículo.
Los linchamientos de supuestos delincuentes en Bolivia ocurren con frecuencia y, según han advertido los juristas, muestran que en el país rige una pena de muerte de facto aplicada por muchedumbres.
Las turbas siempre argumentan que aplican la llamada justicia comunitaria (indígena), reconocida en la Constitución promulgada en 2009 pero que no establece ni ampara la pena de muerte ni los castigos físicos.
Las autoridades bolivianas y organismos internacionales han mostrado su preocupación por estos actos que la Policía no ha logrado frenar, ya que muchos de ellos tienen lugar en zonas rurales en las que apenas hay agentes que puedan enfrentar a las muchedumbres furiosas.
Este año se registraron 32 intentos de linchamiento, de los que cinco terminaron en muertes, según un informe presentado a principios de mes por la Defensoría del Pueblo.