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Discurso de Gabriel Boric
Buenos Aires, 29 dic (EFE).- Los familiares de las víctimas y los afectados por uno de los peores accidentes de tren ocurridos en Argentina, que dejó 51 muertos y más de 700 heridos en una concurrida estación de Buenos Aires en 2012, esperan que el juez dicte hoy una sentencia «ejemplar» que acabe con la «impunidad».
Con dos exaltos cargos del Gobierno de Cristina Fernández en el banquillo de los acusados, la Justicia dará a conocer esta tarde las penas del juicio iniciado en marzo de 2014 para investigar las responsabilidades penales de la tragedia ocurrida en la estación de Once, en febrero de 2012, cuando un tren de la línea metropolitana Sarmiento se empotró contra un andén, en hora punta de la mañana.
Los 29 acusados se enfrentan a penas de entre 10 y 3 años de cárcel por «delitos de descarrilamiento culposo, agravado por muerte y defraudación», según la petición del fiscal, Fernando Arrigo.
«Esperamos una sentencia ejemplar que cierre una herida abierta entre la sociedad y la Justicia argentina», afirmó en declaraciones a Efe Paolo Menghini, padre de Lucas, a quien los servicios de rescate hallaron muerto en uno de los vagones del tren 56 horas después del fatídico accidente.
Tras la última sesión de la vista oral, que se celebró esta mañana y en la que los imputados no quisieron ejercer su derecho a expresar sus alegatos finales, Menghini aplaudió el proceso y lo calificó de impecable y transparente.
Además de mostró esperanzado en que la Justicia sacará la verdad a la luz y acabará con la impunidad.
«El proceso ha sido intenso, hemos estado firmes, cruzados por el dolor, pero con la seguridad de que lo que nosotros decíamos se iba a probar en las audiencias», añadió Menghini.
Más duro se mostró Ángel Cerrichio, quien vestía esta mañana una camiseta con la foto de su hijo, Matías, y de su nuera, Natalia, fallecidos a bordo del tren: «Aunque les den cadena perpetua, no va a ser suficiente, porque nadie nos va a devolver la vida de mi hijo, de mi nuera, ni de las otras 50 vidas más».
«Esperamos una pena ejemplar ante toda esta corrupción y codicia desesperada de funcionarios irresponsables», subrayó Cerrichio, al tiempo que precisó que habrá que esperar a leer el texto para que los abogados decidan si apelarán o no la decisión del juez, aunque advirtió que «la lucha sigue».
Esta tarde, el Tribunal Oral de lo Criminal Federal Nº2 determinará si la responsabilidad del siniestro recae fundamentalmente en la negligencia del conductor o en el Estado y la empresa concesionaria del transporte por no controlar las condiciones del servicio.
En el banquillo de los acusados se sentaron los exsecretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, por el presunto incumplimiento de sus deberes.
Entre los otros 27 procesados se encuentra el maquinista del tren, Marcos Antonio Córdoba, quien declaró que el convoy se quedó sin frenos, aunque dos estudios técnicos concluyeron después que el sistema de frenado funcionaba correctamente.
La Justicia también imputa responsabilidades a los hermanos Claudio y Mario Cirigliano, directivos de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), que tenía la concesión ferroviaria de la línea siniestrada.
Aunque las penas se conocerán esta tarde, los fundamentos de la sentencia no se darán a conocer hasta marzo.