Montevideo, 4 ene (EFE).- Un buque de la Armada de Uruguay partió hoy desde el puerto de Montevideo con rumbo a la Antártida para llevar combustible a la base científica que ese país mantiene en el continente austral, además de realizar vigilancia de aguas para combatir la pesca ilegal, informaron fuentes oficiales.
El buque «ROU 106 Vanguardia» partió con una tripulación de 72 personas a la Base Científica José Artigas, ubicada en la isla Rey Jorge del continente antártico, a donde llevará 40 toneladas de víveres, insumos y repuestos, además de 250.000 litros de «gasoil antártico», informó la Presidencia uruguaya en su página web.
Este volumen de combustible servirá «para generación eléctrica y funcionamiento de los vehículos» de la base, así como para crear por primera vez «un stock de reserva para contingencias en el nuevo parque de tanque de combustibles» del establecimiento que Uruguay tiene en esa región.
El manejo de los combustibles transportados será hecho en conformidad con «las guías para transferencia de combustible de buque a tierra y su almacenamiento» estipuladas por el Plan de Contingencia y Prevención de la Polución Marina, establecido por el Protocolo de Protección del Medio Ambiente Antártico.
Cada año los generadores de energía consumen 200.000 litros de gasóleo antártico, ya sea para calefacción, energía eléctrica, transporte, agua o medios de comunicación.
El 60 % del presupuesto del Instituto Antártico Uruguayo, la entidad que administra la Base José Artigas, se reserva para la compra de combustible.
El buque Vanguardia parte cada año hacia la Isla Rey Jorge con el combustible, los alimentos y el material logístico que permite el normal funcionamiento de la base.
Asimismo, este año, la nave realizará «avistamientos de pesqueros en el área según lo recomendado por la Comisión de Conservación de Recursos Marinos Vivos Antárticos, de la que Uruguay es miembro, a efectos de desalentar la pesca no declarada y proteger los ecosistemas marinos», especificó hoy la Presidencia.
En 1985, Uruguay fue aceptado como miembro pleno y consultivo del Tratado Antártico, por lo que adquirió voz y voto en el plenario internacional, estatus que solamente tienen 29 Estados de los 52 que lo integran.