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Discurso de Gabriel Boric
Quito, 12 ene (EFE).- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, advirtió hoy de que 2016 será otro año difícil para la economía de su país, aunque aseguró que su administración está preparada para afrontar las dificultades generadas por choques externos.
Correa, en una entrevista de televisión, achacó esta noche los problemas a los bajos precios del petróleo, el principal producto de exportación del país, así como a la revalorización del dólar, moneda que Ecuador adoptó en 2000.
Esos mismos problemas enfrentó Ecuador el año pasado, pese a lo cual Correa calcula que la economía nacional habrá crecido en 2015 entre un 0,3 y un 0,4 por ciento, aunque organismos internacionales han previsto tasas negativas para el país andino, extremo que el mandatario descartó.
Recordó que en 2015 su país emprendió varias obras de infraestructuras estratégicas, sobre todo la construcción de plantas hidroeléctricas, lo que le permitirá exportar electricidad a países vecinos como Colombia.
Asimismo, apuntó que la obra vial ejecutada en el país, la construcción de puertos y aeropuertos permitirán mejorar la capacidad productiva de Ecuador y cuyos resultados se empezarán a observar en 2016.
Debido a los efectos de los choques externos, la variable de ajuste de la economía se mantendrá en el rubro de inversiones, como ya fue en 2015, aseguró Correa al precisar que el presupuesto para el próximo año no considera ingresos petroleros para el gobierno central.
El presupuesto fiscal de este año se ha calculado con un precio promedio del barril del petróleo de 35 dólares, pero si llegara a bajar a 20 dólares, como han advertido varios especialistas, Ecuador está preparado para afrontar ese desafío, remarcó Correa.
Asimismo, indicó que en 2015 Ecuador obtuvo financiación crediticia por unos 6.400 millones de dólares y señaló que este año se requerirá un monto menor.
La principal fuente de financiación seguirá siendo China, aunque no será la única, añadió el mandatario que también piensa recurrir a organismos multilaterales, excepto del Fondo Monetario Internacional (FMI), al que ha criticado frecuentemente desde que asumió el poder en enero de 2007.
En la entrevista, Fausto Herrera, su ministro de Finanzas, comentó que este mes Ecuador pretende firmar con China un acuerdo por unos 3.000 millones de dólares y que ajustarán otros desembolsos retrasados de la misma fuente.
Esos créditos, que se han negociado con una tasa de interés ponderada del 5,7 por ciento, están atados a la posibilidad de que empresas chinas inviertan en Ecuador, agregó Correa tras enfatizar que los acuerdos con el gigante asiático no sólo responde a intereses económicos, sino también en el marco político y asistencia recíproca.
También informó de que consorcios de China y Corea estudian un proyecto para construir un gran complejo petroquímico y refinería en Ecuador, lo que impulsará la economía nacional.
Correa mostró preocupación por los efectos que puedan tener los choques externos en el empleo, por lo que insistió en que su administración está «tomando las medidas» necesarias en esa materia.
«Estamos tomando todas las medidas para proteger el empleo», dijo el mandatario, aunque insistió en que no se puede pasar una «tormenta», provocada por el desplome de los precios del petróleo y la revalorización del dólar, «sin mojarse».
Recordó que el año pasado, por efecto de esos choques, Ecuador sufrió pérdidas de un 7 por ciento del producto interior bruto (PIB) en sus exportaciones, que se sumó a la apreciación del 25 por ciento del dólar, lo que le restó competitividad.
«Con un shock de esa dimensión (…) se tienen que tomar correctivos en el sector externo», aseguró Correa al advertir que su Gobierno estudia medidas que permitan reducir las importaciones y mejorar la balanza comercial del país.
«Enfrentamos tiempos difíciles», sostuvo el mandatario, pero envió un mensaje de optimismo al asegurar: «Sabremos salir adelante».