Por Luli DELGADO, para SudAméricaHoy

En los años 70, riquísimos nosotros los venezolanos y atribulados por la dictadura los países del sur, llegaron a Caracas muchos argentinos, chilenos y uruguayos, que para mis ojos, de hasta ese momento, eran tan extranjeros como los franceses o los alemanes.

Poco a poco nos fuimos dando cuenta de que éramos muy parecidos. Nos rendimos al fascínio de las crónicas de Isabel Allende, aprendimos a respetar la Historia con la Biblioteca Ayacucho de Ángel Rama, y a reírnos a carcajadas con Mafalda y sus amigos.

Fue todo un descubrimiento y ciertamente una inyección de inteligencia. Tomás Eloy Martínez fundó el Diario de Caracas y con él re aprendimos periodismo, y en paralelo Marta Traba nos re enseñaba a mirar el arte.

Poco a poco el matrimonio feliz del dinero y la inteligencia produjeron una década fantástica en la intelectualidad venezolana. A mí me tocó todo esto en plena fase universitaria y lo disfruté muchísimo.

Más adelante, cuando me tocó caminar por las calles de Buenos Aires, no hacía sino toparme con personajes de Quino: las señoras con el carrito del mercado, los niños camino al colegio, o las mujeres sacudiendo sus alfombras en las ventanas.

Y mucho, mucho más adelante todavía, un uruguayo conquistó mi corazón de manera irreversible. Me enamoré como si nunca me hubiera enamorado, y ya marido y mujer me llevó a conocer al fantástico Montevideo.

Para ese momento ya sabía lo que querían decir palabras como poroto, calefón, heladera, coche y por ahí siguió mi re-aprendizaje del español.

Nostalgias aparte, que no es mucho mi género, esta mañana el ahora para siempre señor de esta casa me comentó a propósito de una noticia sobre la reinvención del Corte Inglés: “Vaya uno a saber qué va a ser del mundo después de todo esto”. Y la frase que me vino fue la del papá de Mafalda cuando dijo que la revolución francesa iba a ser un poroto comparado con la llegada de los Reyes.

Sin casi querer me robé la frase, pensando que todas las revoluciones han sido un poroto comparadas con la desatada con esta peste.

Lo bueno es que ya sé lo que poroto quiere decir.