Por Carmen DE CARLOS, para SudAméricaHoy

Un niño de 5 años se ha convertido en el enemigo número 1 del Gobierno separatista catalán. Un niño, sí un niño cuyos padres pretenden que le enseñen en el colegio en español y catalán. En rigor, un 25 por ciento de las clases en castellano, como ordena la ley y una sentencia del Tribunal Superior de justicia de Cataluña. Asustado el movimiento independentista, las hordas atizadas por el Ejecutivo regional se manifestaron a unos pasos del centro escolar (querían ir a la puerta). Los padres del pequeño recibieron y siguen recibiendo, amenazas. Desde las redes sociales se animó a apedrear su vivienda y naturalmente, hacer bulling a ese niño que, ojalá, no sea consciente de esta guerra declarada desde el corazón del poder. En la batalla contra el pequeño se identifica a un “mosso” (policía local) atizando la llama del odio mientras en Madrid, en La Moncloa, se impone un silencio culpable. Pedro Sánchez hace como si no pasará nada. Todo le sirve mientras tenga el apoyo de los insurgentes para mantenerse en la Presidencia.

Una mujer, Juana Rivas, secuestró a sus dos hijos para mantenerles lejos de su padre. El varón, con apenas 3 años, fue atendido por abusos sexuales mientras estaba bajo su custodia. El niño se quejaba de dolores anales. El colegio avisó a la madre pero no fue ésta la que lo llevó al médico. Ante su inacción lo termino haciendo la profesora. En el hospital se destapó todo,- por las lesiones y por la declaración del menor-, menos el nombre de la persona que abusó del chico. Condenada por el rapto, Juana Rivas se convirtió en símbolo de reivindicación del feminismo siglo XXI (justifica su proceder por el maltrato de su ex marido en 2009).  Esa madre, cumple condena en un centro de reinserción social y no en una cárcel. El Gobierno le concedió un indulto parcial pese a la oposición del fiscal y del juez pero Dolores Delgado, fiscal general del Estado, ordenó a su subordinada cambiar el sentido del informe para que el juez liberase a Juana. El magistrado recordó el suceso del pequeño y denegó la libertad de Juana Rivas porque podría representar “un grave peligro para sus hijos”. Las grabaciones de “Lola” Delgado, cuando era fiscal de la Audiencia Nacional, con el ex comisario Villarejo (hoy preso), volvieron a cobrar protagonismo. En ellas recordaba ser testigo de relaciones de colegas suyos en Cartagena de IndiasEl Confidencial · Delgado: "Vemos al grupo de tíos del Supremo con menores de edad"