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Discurso de Gabriel Boric
Por Liliana COSTA, para SudAmericaHoy (SAH)
El turismo se está convirtiendo en una fuente de recursos importante para las zonas con más biodiversidad del planeta. Este proceso incorpora un nuevo concepto: La ecología como una base nueva de ingresos económicos. Un ejemplo ilustra el escenario: Los habitantes del departamento de Cochabamba en Bolivia pueden pensar -y no equivocarse- que es más provechoso cuidar sus selvas para atraer turistas en lugar de talarlas para vender la madera. De este modo, un país como Bolivia, lleno de paisajes tan diversos como espectaculares, puede potenciar su biodiversidad como riqueza en lugar de esquilmarla para consumir unos recursos naturales finitos.
La responsabilidad del turismo ecológico no es sólo del destino, el viajero debe comprometerse a cuidar y conserva el entorno. Antes, debe elegir entre buscar un departamento en alquiler, recurrir a los grandes complejos turístico o instalarse en hoteles medianos o chicos. Dicho esto, ir en carpas, en las zonas destinadas al efecto, es otra alternativa.
Bolivia es un perfecto ejemplo de un país que espera ser descubierto por sus riquezas naturales, pues esta nación situada en mitad de Sudamérica tiene auténticos tesoros ecológicos de primer nivel. Algunos ya conocerán los paisajes más famosos de Bolivia, como el lago Titicaca, compartido con Perú, o el desierto Salvador Dalí, al sur del país. Pero Bolivia esconde mucho más, paisajes totalmente dispares entre sí, desde la ya mencionada selva tropical de Cochabamba hasta los espectaculares glaciares andinos, las sabanas de la Región de Los Llanos o el salar de Uyuni, el mayor desierto de sal del mundo. Cualquiera que busque naturaleza salvaje, auténtica y espectacular, no tendrá problemas para hallarla en Bolivia.
Sin embargo, el turismo ecológico es también responsabilidad del visitante, que debe intentar que su estancia perjudique lo mínimo al entorno natural, intentando que éste se vea beneficiado. Esto se puede hacer de forma muy sencilla, basta seguir unos principios simples que no restarán comodidad a nuestras vacaciones.