sábado, 24 de abril de 2021
«El largo camino de las imágenes», por Luli DELGADO

Por Luli DELGADO, para SudAméricaHoy

Durante la primera guerra mundial, varios países crearon periódicos de trinchera, los cuales se escribían a mano, a veces mecanografiados e impresos los que llegaron más lejos. Pero fueron efímeros. L’Echo de Tranchées-ville, por ejemplo, duró apenas un año, ya que seis integrantes de su “cuerpo de redacción” fueron heridos o muertos en combate.

Los periodistas de otros medios que se aventuraron a reportar desde los campos de batalla fueron arrestados, les confiscaron el pasaporte y por último los deportaron.

La fotografía no había llegado ni al primer siglo de su invención, por lo que los equipos disponibles eran pesados y las fotos difíciles de reproducir, pero aun así quedó un registro gráfico razonable.

Más adelante, en la segunda guerra mundial, la fotografía tuvo un rol protagónico como propaganda de ambos bandos, siempre mostrando las imágenes de victoria, en su mayoría fuera de las áreas de combate. Pero con todo y sus fines de propaganda, quedó un testimonio gráfico mucho más generoso que en la contienda anterior.

Algunos años después, durante la guerra de Vietnam (1955-1975), se produjo el fenómeno conocido como TV War, es decir, registros de imágenes de la guerra transmitidos a diario por los noticieros de la noche.

Pero la prensa seguía siendo la responsable de la cobertura gráfica. A favor o en contra, fueron muy poco los ciudadanos de a pie que dejaron registros.

Y resulta que ahora, casi dos generaciones después de Vietnam, Darnella Frazier, de 17 años, logró grabar imágenes decisivas del asesinato de George Floyd, en un vídeo que sirvió de testimonio irrefutable de la culpabilidad de Derek Chauvin.

Ha sido mucho el camino andado, tan largo que no logra caber ni en una sola vida ni en un solo siglo. Es aquí donde cabría preguntarse: ¿cuántas muertes sin registro ha habido en todo este tiempo?