martes, 25 de mayo de 2021
«Inteligencia artificial y democracia», por Alfredo BEHERENS

Por Alfredo BEHRENS, para SudAméricaHoy
Vivimos tiempos en los que algunos de los desarrollos más interesantes del conocimiento humano, como la inteligencia Artificial y los medios digitales, se han utilizado para confundir a la población, socavando la resiliencia de sus sistemas políticos.


¿Qué podemos hacer para detener el creciente deterioro de la política como resultado de la desconfianza y la degradación de los lazos sociales unificadores?

Contribuir a revelar el camino de la restauración es el objetivo del primer seminario internacional en el área de Humanidades, a realizarse en la Universidad de São Paulo, en diciembre de 2021: INTELIGENCIA ARTIFICIAL: DEMOCRACIA E IMPACTOS SOCIALES.

Siempre ha habido iniciativas disruptivas, pero en los últimos tiempos se han vuelto más efectivas y nocivas, amenazando incluso la credibilidad científica en la población.

La pandemia de Covid-19 reveló varios fallos de gestión incluso entre los países más avanzados. Pero hay intereses turbios entre quienes siembran dudas contra la lógica, como en la reciente invasión de lo popular en territorio español en Ceuta. Eventos de este tipo pueden hacer que territorios enteros cambien de manos, como ya lo hizo Crimea en 2014.

Naturalmente, hechos como estos no ocurren en un vacío histórico, sino que se insertan en circunstancias socioeconómicas que ayudan a comprender su lógica. En los dos ejemplos citados, tanto Ucrania como España tuvieron su liderazgo político debilitado por resultados electorales adversos. En el caso de España, cuyos resultados fueron confusos, actualizan problemas no resueltos, como el resurgimiento de movimientos separatistas en Cataluña.

Incluso sin llegar a los extremos del desmembramiento territorial, muchos países europeos adolecen de escasa resiliencia política. Esto se expresa en situaciones de anomia. Las tasas de absentismo en las elecciones son elevadas y la fragmentación política se encuentra en alza. Está alcanzando tales dimensiones que decisiones de suma importancia, como la salida del Reino Unido de la Unión Europea, se deciden por diferencias mínimas. Tampoco es raro que incluso los partidos más votados no logren formar gobiernos estables. Como sucede en países de la importancia de Bélgica, Holanda e Italia, además de la propia España, o más allá de Europa, como incluso Israel.


En América Latina, la incredulidad se ha visto agravada por problemas de corrupción de dimensión continental, como los provocados por la empresa Odebrecht. Pero ya existían problemas fundamentales, como la desigualdad y la baja educación, problemas sociales que subyacen a la inestabilidad política en Chile (2019), Perú y Colombia (2021), así como en Brasil en 2013.

En esta vorágine también hay iniciativas del crimen organizado, como los ciberataques al oleoducto Colonial que une Texas con el noreste de Estados Unidos, o la presencia de cárteles de la droga que utilizan recursos de criptomonedas. La pandemia, la corrupción, la desigualdad, las drogas y la baja educación son elementos disruptivos en cualquier sociedad, en cualquier lugar y en cualquier momento. Si agregamos palancas científicas como la inteligencia artificial, las redes sociales y las criptomonedas, el potencial para una mayor corrosión de la democracia y los sistemas políticos es enorme.

Sistemas legales y regulatorios, desarrollados en asociación entre empresas y el sector público, pueden contribuir a reducir el impacto negativo de estas nuevas tecnologías y ayudar a que la investigación en Inteligencia Artificial se guíe por la ética y la transparencia, con el fin de incrementar el bienestar de las sociedades.


Puedes ayudar a reflexionar sobre las formas de evitar el declive de la civilización. Aporta ideas, artículos y propuestas, participa del diálogo con los que ponen esfuerzo en consolidar la democracia en el seminario “Inteligencia Artificial: Democracia e Impactos Sociales”.

Consulta la página web del seminario, consulta los trámites para enviar un resumen de tu trabajo en portugués o en inglés, hasta el próximo 22 de junio del 2021.