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Discurso de Gabriel Boric
Por Pablo BIFFI, para SudAmericaHoy (SAH)
Nadie duda del triunfo de la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Hasta la derecha gobernante da por descontada la derrota de su candidata, Evelyn Matthei. Sólo resta saber si la candidata de la alianza Nueva Mayoría se impondrá en la primera vuelta de este domingo o habrá que esperar hasta el balotaje de diciembre. Pero en estas elecciones también se renovará el Parlamento, con la particularidad de que varios líderes de las manifestaciones estudiantiles de 2011, entre ellos la carismática Camila Vallejo, compiten para lograr un escaño en el Congreso.
Acaso lo más atractivo de estas elecciones esté en las dos candidatas. Bachelet y Matthei compartieron parte de la infancia y la adolescencia, pero el destino las separó. Tanto, que en la muerte del padre de una de ellas hubo quienes involucraron al padre de la otra. Como un reflejo de lo que fue la sociedad chilena en tiempos de Augusto Pinochet, ambas fueron parte de “bandos” irreconciliables.
Será la primera vez, además, que la presidencia será disputada por dos mujeres en Chile. Matthei es una economista de 59 años. Fue diputada, senadora y ministra del Trabajo. Bachelet, pediatra de 61 años, estuvo exiliada en la ex República Democrática Alemana, fue ministra de Salud y de Defensa antes de ser presidenta (2006-2010) y hasta marzo se desempeñó como directora de ONU Mujeres.
El padre de la candidata socialista, Alberto Bachelet, murió en la cárcel en 1974 –un año después del golpe de Estado, tras sufrir un ataque cardíaco provocado por las torturas de sus camaradas por haber colaborado con el gobierno del derrocado presidente Salvador Allende y por haberse mantenido fiel a él y a la Constitución. Con Fernando Matthei, padre de la aspirante derechista, coincidieron en su juventud en una base militar, donde sus hijas jugaban a menudo y acudían a la misma escuela. Allí se gestó una estrecha amistad entre las familias, pero los caminos de ambos pilotos de guerra se separaron.
Los Matthei estaban en Gran Bretaña para el 11 de septiembre de 1973, cuando Augusto Pinochet lideró el golpe que inauguró una dictadura militar que se prolongó hasta 1990. A su regreso a Chile, el general Matthei fue nombrado Ministro de Salud y luego miembro de la Junta Militar, que actuaba como Poder Legislativo.
El general Bachelet, por su experiencia institucional, había sido llamado por Allende para colaborar en la distribución de alimentos, uno de los planes más emblemáticos del gobierno socialista hacia 1970. El día del golpe, la ex mandataria estuvo parada en el techo de la Escuela de Medicina donde estudiaba, viendo cómo los aviones de la Fuerza Aérea bombardeaban el palacio de gobierno, con Allende en su interior.
En los años posteriores, Evelyn Matthei continuaría con sus clases de piano en Inglaterra y ayudaría en traducciones a la Embajada de Chile en Londres.
Bachelet, en cambio, pasaría a formar parte de la resistencia a la dictadura, ayudando a los perseguidos políticos. Luego, pasó a la clandestinidad hasta que fue detenida, en 1975, por agentes de la Policía represora de la dictadura y trasladada junto a su madre, Angela Jeria, hasta un centro de detención ilegal. Allí fue torturada.
La aspirante derechista se casó con un economista y tuvo tres hijos. Bachelet es separada y también tiene tres hijos, pero de dos padres diferentes.
Además de Bachelet y Matthei, y aunque el comportamiento de los nuevos electores y el hecho de que por primera vez no sea obligatorio votar, introduce un factor de incertidumbre en estos comicios. Los sondeos previos mostraron que sólo dos de los otros siete aspirantes a ocupar La Moneda en los próximos cuatro años tienen alguna posibilidad: el candidato populista de derecha, Franco Parisi, y el presidente del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, antiguo aliado de la Concertación que llevó a Bachelet a su primera presidencia. El resto, postulantes independientes o de pequeños partidos, roza el uno por ciento en las encuestas, pero confía en ganarse el favor de los electores con propuestas audaces que van desde la nacionalización del cobre y el agua, hasta la estatalización de la sanidad y el sistema de pensiones, pasando por el matrimonio homosexual y la legalización del aborto.
Los candidatos mayoritarios en tanto ponen el acento en la elaboración de una nueva Constitución o su reforma profunda, el diseño de un nuevo modelo educativo, que los estudiantes vienen exigiendo en las calles desde hace casi tres años, y las medidas para reducir la profunda desigualdad en la distribución de la riqueza: Según datos de 2011, el 10% más rico de la población capta el 38,9% de los ingresos del país, mientras que el más bajo recauda apenas el 1,1%.
En el plano político, los comicios del domingo pueden suponer un serio revés para la derecha tradicional, si se confirman los vaticinios electorales. Además de un apoyo históricamente bajo para la coalición conservadora, los sondeos otorgan a la oposición una cómoda mayoría en ambas cámaras, lo que dejaría las manos libres a Bachelet para impulsar las reformas que propone, entre ellas la sanción de una nueva Constitución.
Aunque más del 80 por ciento de los actuales 120 diputados chilenos buscarán su reelección, es altamente probable que a la Cámara Baja “entre aire nuevo”. Es al menos lo que piensa una decena de postulantes que tienen en común haber liderado las movilizaciones sociales que sacudieron al Gobierno conservador de Sebastián Piñera, y que lo empujaron hasta los más bajos niveles de popularidad, desde inicios de 2011.
Los líderes estudiantiles de las masivas y persistentes movilizaciones de los últimos dos años buscan un escaño en la Cámara de Diputados para desde ahí seguir peleando por una educación pública, gratuita y de calidad. En esa carrera está la ex presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo, además de quien la sucedió en el cargo, el ahora abogado Gabriel Boric, el ex vicepresidente de la FECh, Francisco Figueroa, el ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Giorgio Jackson, la ex presidenta de los estudiantes de la Universidad de Concepción, Karol Cariola, la ex presidenta de los estudiantes de la privada Universidad Central, Daniela López, y Sebastián Farfán, dirigente de la Universidad de Valparaíso.
Vallejo, la más conocida de las ex dirigentes estudiantiles y militante del Partido Comunista, intenta llegar al Parlamento por la comuna santiaguina de La Florida. Es la que tiene las más altas probabilidades de ser elegida. Buena parte de su campaña la hizo embarazada de su hija que nació hace unos meses, al tiempo que terminaba su carrera de Geógrafa. Recorrió –según dicen en su equipo de colaboradores- cada barrio del sector, consiguiendo una alta adhesión que la han colocado a la cabeza de todas las encuestas entre los candidatos alternativos.