Por Ignacio PERALES

Denunciaron el aumento inexplicable de abortos entre las mujeres de Húber Duré y otras colonias campesinas paraguayas. Culparon a los pesticidas o «agrotóxicos» y nadie les hizo caso. Ahora, los vecinos advierten que el mes pasado murieron dos niñas y cerca des cuatrocientos animales entre cerdos, vacas y gallinas, se convirtieron, de la noche a la mañana, en cadáveres.

Todos en  Húber Duré,  330 kilómetros de Asunción, estuvieron de acuerdo al presentar ante la Fiscalía de la ciudad de Curuguaty una demanda para que se investiguen las causas de las muertes de los animales y de las pequeñas.
La comunidad, a través de la Federación Nacional Campesina (FNC), asegura que los sucesos y las enfermedades que está sufriendo la población son consecuencia directa de «las fumigaciones sojeras vecinas». 

Parece una historia como la que interpretó Julia Roberts en  Erin Brockovich pero versión paraguaya. En Húber Duré viven 260 familias en 2.000 hectáreas. A lo largo de esta extensión de tierras se distribuyen seis localidades donde, en apenas 8 días murieron 319 gallinas, 43 vacas y 30 cerdos. El recuento lo realizó la organización de estudios sociológicos, Base Is que clava la mirada en las fumigaciones y no cree que la cadena de muertes sea cuestión de la casualidad.
Dos niñas, de tres años y seis meses, murieron hace un mes. La causa oficial de defunción fue una infección respiratoria, según el Ministerio de Salud recogida en un cable de la agencia Efe. Sin embargo, la FNC insiste en que esas familias están rodeada de tres latifundios con plantaciones de soja y otros cultivos que utilizan masivamente los mencionados productos «agrotóxicos».
«Es la primera vez en que tantos animales mueren en tan corto tiempo», insiste el dirigente local Javier Ruiz, a Base Is. Las niñas murieron tras registrar síntomas como vómitos, fiebres, problemas respiratorios y dolores de cabeza.
En simultáneo otros 30 vecinos tuvieron que ser atendidos y algunos internados en los servicios de salud cercanos con los mismos síntomas.
La FNC consideró que el Ministerio de Salud se precipitó al descartar «tempranamente» que las muertes hayan sido por intoxicaciones. Asimismo, recordó que el resultado de los análisis de sangre y toxicológicos aún no fueron difundidos por el Gobierno, cuando podrían aportar «informaciones estratégicas».
Según Base Is, una comitiva de organizaciones de la sociedad civil que visitó el asentamiento el 29 de julio y recabó informaciones aseguró que «el agroquímico que se utilizó en la explotación más cercana a la comunidad habría sido el carbamato», que se aplica a cultivos de invierno previos a la temporada de la soja.
Los campesinos de Húber Dúre advierten que «casi todos los días de esta semana los propietarios de las explotaciones sojeras Pío Ramírez y Julio Plata realizaron trabajos parcelados de fumigaciones» pese a las denuncias.
También aseguran que «todo el tiempo están oliendo los agroquímicos de las fumigaciones».
Paraguay es actualmente el cuarto exportador mundial de soja, sector que junto a la ganadería es el principal aportador al producto interno bruto (PIB) del país.
La Unión Europea recibió en 2013 el 39 % de la producción de ese grano, según la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
En Paraguay, la expansión de la frontera agrícola y del monocultivo de maíz y soja en la rica tierra oriental del país ha provocado que en diez años unos 900.000 agroicultores hayan abandonado el campo camino a la capital por la menor demanda de mano de obra, según la Federación Nacional Campesina.
Es uno de los países con la concentración de tierra más desigual del planeta. Según la organización no gubernamental Oxfam, un 2,5 % de la población posee el 85 % de la superficie cultivable, mientras que el 42 % de sus habitantes viven en el campo.

Las dos primeras muertes

VIDEO con testimonios de médicos, campesinos y científicos sobre el fenómeno de los transgénicos y los efectos de los pesticidas en la población de Paraguay.