miércoles, 7 de julio de 2021
Con acento frances, Jodi Foster se lleva la palma de oro

Por Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy

Con un film-ópera del más visionario de los directores franceses de la actualidad y una Palma de Oro a la carrera para Jodie Foster, que le sirvió para instalar en todo el mundo el concepto de matrimonio igualitario, se inauguró anoche con gran pompa el 74o. Festival Internacional
de Cine de Cannes.


  En efecto, la famosa y veterana actriz, productora, guionista y directora
hizo su tradicional subida a las escalinatas del Palacio del Festival, siempre del brazo de su esposa
, ambas elegantísimas y hermosas, y a ella le dedicó el premio que recibió de las manos de otro célebre homosexual, el español Pedro Almodovar, instalando en el público que siguió por Mundovisión la inauguración de Cannes, la normalidad de un orientamiento homosexual que hasta hace apenas medio siglo atrás era objeto de escarnio público y de un vergonzoso silencio.
  Para gran sorpresa de todos, Jodie Foster hizo su discurso de
agradecimiento en perfecto francés
sin acento, poco habitual en los actores norteamericanos, habituados a creer en la predominancia del inglés como idioma universal.

Con traducción en español


  La actriz celebró la esperable vuelta a la normalidad como un triunfo de
la humanidad contra un virus que cercenó vidas y costumbres en todo el mundo y aunque reconoció que el aislamiento al que obligó la pandemia sirvió para poner en orden de prioridad a los afectos, afirmó la importancia del cine como fenómeno de entretenimiento masivo.    
   Leos Carax es de todos los cineastas de su generación y aún de las
subsiguientes el que más inventiva y arrojo ha echado en su escueta
filmografía (seis películas en 37 años de las cuales la penúltima, “Holy
Motors”
, fue presentada aquí mismo en Cannes en 2012).
  “Annette” es un film ópera con diálogos cantados que cuenta la
historia de una pareja formada por un agresivo “stand-up comedian” (Adam Driver) y una cantante de ópera (Marion Cotillard) que tienen una hija con poderes misteriosos que cambiará sus vidas, la Annette que dará el título al film.
   No es la historia en sí lo importante de la película sino la variedad de
invenciones que pone Carax en contarla tanto en imagen como en montaje y realización.
  Ya desde la obertura, con todo el reparto desfilando por las calles de Los
Angeles invitando al público a seguir su historia, el espectador se da cuenta
de que está asistiendo a un espectáculo fuera de serie donde las sorpresas se sucederán sin interrupción durante las dos horas veinte que dura la película. 
   Pero todo esto podría ser en vano si la música y los versos no
estuvieran al mismo nivel estético del film, escritos por el grupo de culto
Sparks (los hermanos Russell y Ron Mael), ídolos de la adolescencia del
director, que le proveen una partitura en plena simbiosis con las ideas y el
estilo de Carax.
   Es la primera vez que Carax filma sin argumento propio ya que
“Annette” nace un proyecto de los Sparks que lo pensaron como un
espectáculo teatral de llevar en gira.

   “Annette” no es un film fácil (ninguno de los firmados por el
realizador lo han sido) pero se convierten pronto en objetos de culto para
minorías y es loable que un actor de nivel internacional como Adam Driver (el más abierto de su generación al cine europeo) haya creído en el proyecto
hasta el punto de haberlo coproducido. 
   Pocas veces como en esta ocasión, Cannes ha inaugurado su festival con un film tan potente e inventivo como “Annette”, que tal vez encontrará su lugar en la historia del cine en los años venideros.