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Discurso de Gabriel Boric
Washington.Efe/SudAmericaHoy
En época de vacas gordas conviene prepararse para cuando lleguen las flacas. Este es el último mensaje del FMI para la región. El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a las economías latinoamericanas a aprovechar unas condiciones favorables externas «que no durarán eternamente» y sentar así las bases de un «crecimiento sostenido» en el futuro.
El Fondo recomendó en su nuevo informe regional publicado hoy que los países latinoamericanos y del Caribe redoblen las defensas macroeconómicas en un momento en el que se espera un crecimiento regional del 3,4% para 2013 y del 3,9 % para 2014, impulsado por la abundancia de financiación y la robusta demanda de materias primas.
Pese a ese entorno positivo, el informe advierte también de los riesgos a medio plazo derivados de un potencial «endurecimiento» de las condiciones de financiación mundiales y la posibilidad de una «fuerte desaceleración en los países emergentes de Asia, con sus consiguientes efectos en los precios de las materias primas».
«Las condiciones todavía son favorables pero no durarán eternamente», afirmó en un comunicado el director para el Hemisferio Occidental del FMI, el mexicano Alejandro Werner, que se encuentra en Montevideo, donde hoy tiene lugar la presentación oficial del informe.
El directivo del Fondo alertó de que empiezan a verse señales de moderación en los precios de las materias primas, tendencia que podría intensificarse, e insistió en que los tipos de interés aumentarán a medida que las economías avanzadas mejoran.
«El desafío para muchos países en la región es aprovechar el escenario actual para rellenar sus arcas y sentar las bases para un crecimiento más robusto e inclusivo», dijo Werner.
El informe regional es una ampliación del presentado en la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial, que tuvo lugar en Washington a mediados de abril.
En el estudio, el organismo internacional advierte de que pese a la buena situación económica general de la región, existen diferentes desafíos en función de la estructura económica particular de los países.
Por un lado, ubica a las economías de la región financieramente integradas en los mercados internacionales (Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay), que según las proyecciones crecerán a una tasa media del 4,3 % en 2013, y para «las que es importante calibrar las políticas macroeconómicas».
Entre ellas, el Fondo mencionó «una política fiscal más prudente que contribuiría a aliviar la presión sobre la capacidad interna y a mitigar el aumento de los déficit en cuenta corriente».
Además, subrayó que «mantener la flexibilidad cambiaria ayudaría a desalentar una afluencia de capitales especulativos» en estos países.
Por otro lado, el organismo internacional indicó que los países centroamericanos y caribeños continúan con altos niveles de endeudamiento por lo que deberían «consolidar cuanto antes sus posiciones fiscales».
Por otro lado, se encuentran las economías exportadoras de materias primas de América del Sur, menos integradas en los mercados financieros internacionales, como Bolivia, Ecuador, Paraguay, Argentina y Venezuela.
Esas economías, precisó el FMI, deberían ahorrar una proporción mayor de los ingresos derivados de las materias primas y proteger su alta «vulnerabilidad» a los cambios de precios a través de un control del gasto que «garantice la sostenibilidad fiscal».
Países como Bolivia, Ecuador y Venezuela verán moderarse ligeramente su crecimiento en 2013, con proyecciones de 4,8 %, 4,4 % y 0,1 %, respectivamente.
En lo que respecta a la inflación, uno de los problemas tradicionales de la región, el Fondo destaca que se ha mantenido controlada mayoritariamente, aunque países como Brasil, Uruguay o Venezuela registran cifras por encima de las metas.