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Discurso de Gabriel Boric
Caracas. Por José Luis PANIAGUA/Efe/SAH
El Gobierno y la oposición se reunieron por primera vez a puerta cerrada para continuar el diálogo en Venezuela llegando a acuerdos sobre los puntos de discusión, pero topándose con el inevitable desacuerdo en los denominados presos políticos, al inicio de un camino que, reconocen, «no es fácil».
En una reunión que se extendió durante cuatro horas y que transcurrió de nuevo con los cancilleres de Colombia, Brasil y Ecuador y el nuncio en Caracas, el Gobierno rechazó la ley de amnistía presentada por la oposición para la libertad de lo que consideran «presos políticos» así como el regreso de los exiliados. Sin embargo, se acordó la instalación de una comisión médica que revise el estado de salud del comisario Iván Simonovis, condenado por asesinatos durante el fallido golpe de 2002, y que los opositores han reivindicado como un caso político y reclaman como caso «humanitario» por su situación de salud.
Ambos actores acordaron la condena de la violencia, la incorporación de la oposición a los planes del Gobierno en materia de seguridad ciudadana, la renovación de los poderes del Estado con el periodo vencido y la revisión de las denuncias de abusos policiales y torturas. También llegaron a un entendimiento sobre la constitución de la denominada Comisión de la Verdad, que el chavismo había lanzado en la Asamblea Nacional (donde tiene mayoría) y que ahora será «ampliada» con «personalidades de la vida nacional, personalidades reconocidas», indicó el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad (MUD), Ramón Aveledo.
El vicepresidente, Jorge Arreaza, que lideró la comisión del Gobierno, señaló que la decisión es que «se incorporen personalidades de mutuo acuerdo» para nutrir esa comisión y pueda «trabajar, hacer las investigaciones, entrevistar y ir a los sitios y llegar a la verdad». «Debemos destacar que la reunión si bien nunca está exenta de tensión en algún momento pero siempre se llevó a cabo como ocurrió el jueves pasado (…) en buenos términos, con respeto, con tolerancia, nos escuchamos, rebatimos respetando el derecho de palabra del otro, de manera que vamos avanzando de manera positiva», señaló.
Arreaza saludó la condena de la violencia de la oposición y su decisión de «retomar lo que veníamos haciendo (…) con respecto a la seguridad ciudadana». También indicó que se le ha dicho a la oposición que cuanto antes entregue las denuncias de los supuestos casos de abusos contra detenidos, mejor».
Tras comenzar con un «rechazo absoluto fuera de toda duda a la violencia», el representante opositor explicó que el proyecto de ley de amnistía presentada por la oposición durante la primera reunión del diálogo el pasado jueves «no ha sido aceptado». «Nosotros habíamos propuesto la ley de amnistía. Eso no ha sido aceptado. Por lo pronto entonces vamos a buscar otros caminos y vamos a explorar juntos la existencia de esos otros caminos para abordar esos temas que son para nosotros y para todo el país temas muy importantes», explicó en una declaración pública tras la reunión.
Señaló que se acordó escuchar a las víctimas de los asesinatos que se produjeron el 11 de abril. «Vamos a escuchar a esas víctimas para escuchar su visión para que sientan que el dolor de cualquier venezolano no nos es ajeno», dijo.
También que «se haga un nuevo examen al comisario Simonovis para determinar su estado de salud de un modo que sea a todos claro, que sea a todos satisfactorio y pueda haber unas medidas de gracia con relación a él». «Llegar a estas conclusiones tomó no solo varias horas de conversación sino que ha tomado días intensos de intercambios, el camino pues no es sencillo, el camino no es fácil», coincidió con Arreaza. «No es sencillo para nadie pero estamos dispuestos, y así ha quedado demostrado hoy, a ver las posibilidades a encontrar ventanas, a encontrar caminos y a tratar de construir juntos caminos de solución», agregó.
El Gobierno y la oposición comenzaron la semana pasada el diálogo con la mediación de un tercero de buena fe, formado de forma conjunta por la Unasur y el Vaticano, con una discusión transmitida por cadena de radio y televisión en el que ambos bandos ofrecieron su visión del país y lanzó críticas al otro bando. Este diálogo fue acordado en medio de una situación de crisis en el país, que desde hace más de dos meses vive protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro que en ocasiones han degenerado en incidentes violentos, con un saldo de 41 muertos y cientos de heridos.