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Discurso de Gabriel Boric
La situación internacional tiende a deteriorarse con rapidez, la ausencia de coordinación entre bloques y países centrales desde el punto de vista monetario y cambiario, está llevando a una nueva posibilidad de recaída en la crisis global iniciada en el 2008 y nunca resuelta definitivamente.
Las señales en ese sentido son preocupantes y su exteriorización más evidente son las oscilaciones de las monedas relevantes, la fuerte caída en valor del comercio internacional impulsada no sólo por la reducción de los precios de las commodities, sino también por el menor valor de las transacciones de los bienes manufacturados que son más de 2/3 del comercio de bienes y las dificultades de la economía china, para su tránsito del impulso del crecimiento basado en las exportaciones y la inversión en infraestructura y la construcción, a otro liderado en el consumo interno y los servicios.
Resulta paradójico que un proceso de creciente globalización, donde las cadenas globales de valor (CGV) representan medidas en insumos y servicios, un porcentaje no menor del 60 % del comercio mundial y donde a su vez se intenta avanzar en mega-acuerdos regionales de comercio, como el TTIP entre Estados Unidos y la Unión Europea o el TPP entre Estados Unidos, Japón, Australia, N. Zelanda, Brunei, Canadá, Méjico, Perú, Chile, Malasia, Vietnam y Singapur, no hay consultas acerca de los diversos impactos de las diferentes políticas monetarias y cambiarias, a pesar de la existencia del G-20 que agrupa a un número significativo y decisivo de países desarrollados y emergentes.
Esto ha llevado a una desordenada cadena de movimientos de apreciación y depreciación de las monedas, que teniendo por una parte al dólar en proceso de apreciación, al euro y al yen en sentido inverso y al yuan chino que si bien se había apreciado por mejora de sus términos de intercambio – menor precio y valor de sus importaciones de commodities – decidió en medio de este confuso cuadro, liberar mas su tipo de cambio para acercar sus cotizaciones on shore y off shore, permitiendo su caída de valor en un intento explícito de avanzar hacia su transformación en una moneda de alcance internacional, pero que al no estar coordinado agregó un factor más de incertidumbre en mercados ya de por sí muy sensibilizados.
La Argentina ha quedado extremadamente expuesta, porque al continuar apreciando su moneda en un contexto internacional como el descripto, sin reservas de divisas apreciables –descontando las deudas de importaciones impagas y otros conceptos de la balanza de rentas en la misma situación – más un balance comercial cosméticamente equilibrado pero profundamente deficitario, dado el escaso valor de las exportaciones en franca caída, es evidente que hacia el futuro inmediato, pasadas las elecciones, se requerirán medidas de excepción para retornar a un nivel de equilibrio, que permita sostener la actividad y el empleo.
Es en este sentido, que resulta imprescindible acordar un programa mínimo que recree las posibilidades de volver a crecer exportando –lo que a su vez implique la posibilidad de importar – en condiciones competitivas y que atraiga nuevas inversiones para aumentar la oferta de bienes y servicios, sobretodo habida cuenta que mas allá de quien resulte ganador no tendrá mayorías en las cámaras legislativas y por lo tanto resultará imprescindible lograr amplios consensos para la gobernabilidad.
Dado el contexto internacional, la baja de los precios de nuestros principales productos exportables, la gravísima situación de diversas economías regionales y ante la posibilidad de abandono del esfuerzo de muchas empresas exportadoras, sobretodo pymes, sólo la elaboración de políticas de corto y mediano plazo a través de acuerdos programáticos amplios, permitirán reconstruir la confianza para generar nuevas oportunidades, aprovechando nuestro potencial actualmente subutilizado.
Aún así, el camino a recorrer va a ser muy difícil y plagado de escollos, pero alertas y conscientes de la realidad serán superables, de otra manera correremos serios riesgos de repetir viejos errores. (más información)