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Discurso de Gabriel Boric
Bogotá, 21 jul (EFE).- El expresidente colombiano Ernesto Samper, designado para ser secretario general de la Unasur, dijo que su reto es convertirla en un «bloque de opinión política», es decir, una autoridad internacional de peso en asuntos globales.
El liberal Samper, que gobernó en Colombia de 1994 a 1998, fue postulado para el cargo con el consenso de los 12 países que integran la organización regional, según anunció el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al hacer el anuncio la pasada semana.
Su nombramiento se ratificará el próximo 22 de agosto durante una cumbre en Montevideo y a la espera de que llegue ese momento Samper prefiere ser cauto y no ahondar en lo que será su gestión ni responder a las críticas contra él.
«Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) es esencialmente un escenario político del cual se espera que haya pronunciamientos políticos», afirmó en una entrevista con Efe en Bogotá.
Agregó que «Unasur nació como un escenario político, su principal función es interpretar la realidad de lo que se está viviendo actualmente en América Latina y sobre todo expresar opiniones».
Y los asuntos sobre los que el bloque regional creado en 2008 debe pronunciarse, matizó Samper, son los «de actualidad contemporánea», pero siempre como un «bloque de opinión política» que sea considerado relevante.
«Creo que ese es el desafío más importante», subrayó el futuro secretario general.
Así las cosas, los primeros puntos a tratar en la agenda de Unasur van desde su posición sobre el diálogo entre el Gobierno de Colombia y las FARC hasta el cambio climático o la seguridad ciudadana que afecta a toda la región.
Según Samper, «la región ha conseguido mantener sus cifras de crecimiento por encima de la crisis económica global; en el campo social hay muchas realizaciones que mostrar, hay unas cifras muy importantes en materia de pobreza absoluta que se pueden consolidar con una nueva agenda social».
Samper extremó su prudencia al ser preguntado por las críticas surgidas en la misma Colombia por su postulación como líder de Unasur, las más graves procedentes del también expresidente Andrés Pastrana, quien recordó sus supuestos vínculos con el narcotráfico.
«La lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado comienza por la sanción social de sus miembros», clamó Pastrana, cuando recordó que Samper fue el centro de una investigación en el Congreso colombiano tras llegar al poder, en 1994, por la supuesta financiación de su campaña electoral por el cartel de Cali.
Samper se limitó a responder que no quiere abrir «un debate» ni con Pastrana ni sobre ese asunto, que se conoce en Colombia como el «Proceso 8.000».
No obstante, confió en que la polémica en torno a su nombramiento no afecte a su ratificación en la Secretaría General de Unasur, donde espera que, «por supuesto, ese consenso se mantenga».
La Unasur fue creada para dar impulso a la integración regional en materia de energía, educación, salud, ambiente, infraestructura, seguridad y democracia.
Sus miembros son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Samper será el cuarto secretario general de la Unasur y el segundo colombiano.
El primero fue el expresidente argentino Néstor Kirchner, quien asumió el cargo en mayo de 2010.
Tras la muerte de Kirchner, en octubre de 2010, fue designada la excanciller colombiana María Emma Mejía, a la que sucedió en agosto de 2012 el venezolano Alí Rodríguez, quien debió dejar el cargo en agosto de 2013, pero se ha mantenido en funciones porque hasta ahora no se logró el consenso necesario para elegir a su sucesor.
La candidatura de Samper fue presentada por el Gobierno colombiano que encabeza Juan Manuel Santos.