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Discurso de Gabriel Boric
Asunción Por Santi CARNERI
El expresidente paraguayo Federico Franco aseguró que buscará ser candidato a senador con el Partido Liberal y que apoya una reforma constitucional que permita tener dos mandatos presidenciales, pero de forma que no beneficie al Gobierno durante el cual se apruebe.
Franco defendió su carrera en esta entrevista cuando hoy se cumplen dos años de su llegada al poder tras un juicio parlamentario a su antecesor, Fernando Lugo, un puesto que dice que aceptó por no quedar como «un cobarde».
Médico de profesión y eterno militante del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), se santigua antes de comenzar a responder a las preguntas en el que será un futuro centro de documentación de su trayectoria política.
Fotos oficiales de sus actos como mandatario (2012-2013), vicepresidente (2008-2012), presidente del PLRA, gobernador, alcalde y concejal, junto a cuadros de su rostro o busto se apilan en el salón principal.
También tiene a mano viejas portadas de los diarios paraguayos ABC Color y Última Hora que informan de presuntas corruptelas durante su administración.
«Tengo todos los documentos para demostrar que todo eso es falso», dijo.
El exmandatario vuelve de un acto público, de los pocos de los que participa, pero eso previsiblemente cambiará dado su interés en retornar a la arena política.
Franco podría haber elegido ser senador vitalicio pero dice que renunció a esa posibilidad para estar disponible ante la Fiscalía sin los prolegómenos que suponen los foros parlamentarios y así aclarar los casos de corrupción en a los que le relaciona la prensa.
Pero sí está interesado en ser candidato al legislativo en las elecciones previstas para el 2018.
Franco también se refirió al debate, ya iniciado durante el Gobierno de Lugo, sobre una posible reforma constitucional para permitir una reelección del presidente.
Cree que esa enmienda es «necesaria», pero no debería favorecer al Gobierno que esté en el poder cuando se apruebe. «Lo que estaría mal es modificar la Constitución y beneficiar al presidente de turno», observa.
Franco abandonó el Palacio de López, la sede presidencial, el pasado 14 de agosto con discreción, sin siquiera rebatir la imagen creada en la prensa de que su Gobierno estuvo plagado de corrupción, según dijo.
Por eso ahora va a crear la fundación, para explicar su punto de vista.
El exmandatario cita las acusaciones de que compró una mansión, en la que reconoce que se quedó unos días para probarla, y por eso las fotografías que se filtraron en Internet, pero dijo que no llegó a adquirirla.
«Tuve la desgracia de tener que separar a dos funcionarios porque nos percatamos de que no fueron suficientemente honestos, tuvimos problemas con el Instituto Nacional del Indígena (INDI) por la venta de 25 mil hectáreas, luego me entero que faltan unos 3.100 millones de guaraníes» (unos 700.000 dólares), añadió.
Un caso por el que el extitular del INDI, Rubén Darío Quesnel, aún no ha sido juzgado, pues sus abogados retrasan «con artimañas» la audiencia preliminar, según denuncia la ONG local Tierraviva.
El fondo presuntamente defraudado debía entregarse a dos comunidades indígenas por mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
Franco también recordó la destitución de Luis Ortigoza, extitular del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), por presunta estafa, y la del director paraguayo de la represa Yacyretá, Enrique Cáceres, porque «ingresó 200 millones de dólares en el presupuesto sin consultar a su Consejo de Obras».
«No asumí el cargo de senador vitalicio para no tener fueros para poder asistir sin más tramites a la Justicia y ponerme a la disposición. Nunca va a haber una sola persona en el planeta tierra que diga que Franco pidió plata, coima, bloqueó o le demoró o le escondió algún documento para sacar beneficios económicos. Jamás, en ningún caso», espetó.
También destacó que no se hace responsable de los escándalos de corrupción durante los cuatro años de mandato de Lugo, pues aunque él era vicepresidente asegura que estaba marginado «de todos los temas y decisiones».
«No soy cómplice de la corrupción, si hubieron gestos de desprolijidad en el manejo, cada uno debe hacerse responsable», asegura.
El expresidente reconoció que el PLRA cometió equivocaciones. «Al perder las elecciones (de 2013) deberíamos reconocer más errores que aciertos», dijo Franco, aunque recalcó que solo Horacio Cartes, el candidato ganador del Partido Colorado y actual presidente, gastó cuatro veces más que el PLRA.
Pese a que el Partido Colorado y el Liberal son «enconados enemigos», según el entrevistado, ambas formaciones tradicionales se unieron en 2012 para destituir a Lugo en el juicio parlamentario, nombrando presidente a Franco.
«¿Diferencia entre partidos? No hay diferencias, si le dijera que hubiera diferencias ideológicas le estaría mintiendo», aseguró. Efe/SAH