sábado, 1 de abril de 2017
Guillermo Lasso: «Es imprescindible que Ecuador deje de solapar a regímenes no democráticos»


La segunda vuelta fue como una réplica de la primera. El escrutinio tuvo su oportuno apagón y el resultado terminó favoreciendo a Lenin Moreno con el 51 por ciento de los votos. Guillermo Lasso denuncia fraude y reclama el recuento manual. Esta la entrevista con SudAméricaHoy previa a los comicios

Por Clara RIVEROS

Luego de una primera vuelta electoral muy cuestionada por irregularidades durante todo el proceso (el recuento de los votos, el anuncio anticipado de victoria por parte del oficialismo, el dudoso proceder del Consejo Nacional Electoral (CNE) y la inaceptable tardanza para anunciar la segunda vuelta], finalmente Ecuador elige su futuro este domingo. ¿Tendrá incidencia en el votante ecuatoriano el auto-golpe de Estado perpetrado por el régimen de Nicolás Maduro, que ha sido respaldado sin matices por el presidente ecuatoriano? En encuesta –Cedatos- del 21 de marzo, Moreno tendría 52,4% frente a un 47,6% de Lasso. El margen de error en la medición fue de 3,4%, es decir, empate técnico. Los ecuatorianos deberán expresar si quieren continuidad -con Alianza País aunque no en la figura de Rafael Correa sino de Lenin Moreno- o, alternancia, fin del ciclo y cambio de régimen con Guillermo Lasso y la alianza CREO–SUMA.

Ecuador es un país que merece atención pues las condiciones económicas han cambiado y la ciudadanía, ante ese crítico escenario, es más propensa a exigir cambios. El gasto elevado y el despilfarro le permitieron a Rafael Correa asegurar votos y mantener su popularidad pero atrás quedaron los años de bonanza -gracias a los elevados precios del petróleo-. Culmina un periodo de cierta estabilidad considerando los periodos de gran convulsión política que ha vivido el país durante el siglo XX y los primeros años del XXI. Lo anterior no significa que Ecuador hoy sea un país con una democracia sólida, significa que Rafael Correa –un mandatario populista y autoritario- cambió las reglas de juego, acumuló demasiado poder y cooptó todos los poderes del Estado para gobernar sin interrupción desde 2007.

Guillermo Lasso (62) –empresario y banquero conservador- puede convertirse este domingo en el próximo presidente de Ecuador. Lasso es el menor de 11 hermanos, empezó a trabajar a los 15 años. Contrajo matrimonio con María de Lourdes Alcívar Crespo en 1981. Su familia, además de María, está constituida por cinco hijos. Ha tenido una trayectoria exitosa, convirtió el Banco de Guayaquil en el segundo mayor banco del Ecuador y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lo reconoció a nivel latinoamericano por su trabajo y proyecto de bancarización, estos son algunos de los logros que el candidato destaca de su vida en el sector privado y que dejó –luego de 42 años- para hacer política. Se vinculó a CREO (2012) y –participó en los comicios de 2013- logrando casi dos millones de votos, esto fue, 22.7%. Estos últimos años ha sido muy activo –haciendo oposición y promoviendo valores democráticos ante la crítica situación del país. El candidato respondió algunas preguntas sobre su trayectoria y agenda en caso de resultar electo el domingo.

SudAméricaHoy– ¿Qué elementos destaca de su personalidad, trayectoria, lineamientos políticos y programáticos para los lectores extranjeros de diferentes países que no están familiarizados con su figura?

Guillermo Lasso.-Empecé a trabajar hace 45 años y desde ahí no me he detenido. Mientras los políticos pasaban distraídos en sus propios intereses y no en el de los ecuatorianos, yo pude crear trabajo para más de 100.000 personas en el sector privado. Y sé que puedo hacer mucho más por los ecuatorianos desde el sector público, implementando las políticas que sí generan prosperidad. Creo que con mi experiencia y la del equipo que me acompaña, podemos lograr que Ecuador explote su potencial, crezca y se abra al mundo. Nuestra propuesta para el Gobierno del cambio es clara: 1 millón de empleos en 4 años. Para eso quiero ser Presidente.

SAH- El gobierno Correa ha presentado cifras sobre su gestión económica que, según analistas y expertos, son una farsa. ¿Cuál es la situación económica del Ecuador y qué directrices y orientación daría a la economía en caso de ser elegido presidente?

G.L-En lo económico, como una administración que no permitió a los ecuatorianos beneficiarse de la mayor bonanza petrolera. Después de 10 años nuestro país sigue enfrentando el mismo nivel de desempleo y empleo inadecuado que teníamos en 2006. No hemos avanzado significativamente en materia de acuerdos comerciales ni hemos incrementado, como podríamos haberlo hecho, la producción. La falta de empleo no es el único pero sí uno de los principales que nos hereda este Gobierno, además del alto endeudamiento y déficit fiscal, la corrupción y malas relaciones comerciales con el resto del mundo.
Nuestra principal propuesta es crear 1 millón de empleos en 4 años. Para ello vamos a levantar la economía ecuatoriana eliminando 14 impuestos, bajando aranceles, creando facilidades para emprender, promoviendo crédito para el agro, firmando acuerdos comerciales con nuestros principales socios y uniéndonos a la Alianza del Pacífico. Nuestra propuesta es tener más Ecuador en el mundo y más mundo en el Ecuador para de esta forma atraer inversión extranjera y crear empleo.

SAH- Organizaciones y expertos han alertado durante años el deterioro institucional del Ecuador durante los gobiernos de Rafael Correa. ¿Cómo se logrará el equilibrio de las instituciones y de los poderes, especialmente de la justicia que fue cooptada por el gobierno saliente según se ha denunciado ampliamente?

G.L.-En Ecuador hemos escogido mucho tiempo el mal camino institucional. Por un lado, la justicia se ha convertido en una herramienta del poder contra el ciudadano y por el otro, los órganos de control están secuestrados por el oficialismo. Esto último es lo que impide la fiscalización y castigar la corrupción. Ya hemos visto las consecuencias de una justicia partidista y los daños que causa al país. Por ello, en primer lugar eliminaremos el andamiaje jurídico del correísmo que permitió la concentración de poderes en una sola figura con la ayuda del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, que será sometida a una consulta popular. En segundo lugar, invitaremos a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, organismo encargado de velar por la independencia judicial de los miembros de la Organización y con su asesoría se creará una Comisión Especializada para establecer una reforma institucional apropiada. Finalmente, para combatir la corrupción, reforzaremos las normas de contratación pública para asegurar su transparencia. Los órganos de fiscalización y control serán independientes, cumplirán con su labor y buscarán a los responsables de todo hecho de corrupción. Asimismo, las cuentas estarán a disposición de la ciudadanía, de forma transparente para el escrutinio público. Además, aprovecharemos el consenso existente en todos los sectores sociales y políticos para convocar a un debate y encontrar la mejor fórmula constitucional para garantizar la independencia de las instituciones a largo plazo.

SAH-El escándalo de corrupción de los sobornos de Odebrecht también afectó al Gobierno de Rafael Correa. La firma brasileña señaló haber entregado más de 30 millones de dólares a funcionarios ecuatorianos pero ese no ha sido el único escándalo de corrupción. La prensa ha alertado en años recientes sobre algunas situaciones y manejos cuestionables del Gobierno de Alianza País. ¿Estima tomar medidas severas en la lucha contra la corrupción tal y como lo ha hecho el Gobierno de Perú con Pedro Pablo Kuczynski?

G.L-Corresponderá a una justicia independiente establecer los mecanismos que sean eficientes en la lucha contra la corrupción. En el Gobierno del cambio fiscalizaremos la década correísta con firmeza pero sin perseguir a nadie. Nos comprometemos con medidas anti corrupción, por ello es necesario que la justicia sea independiente y las autoridades de control respondan ante los intereses del país y no de un partido político. Asimismo, conformaremos una Comisión Anticorrupción, con ayuda de la ONU, para llevar a cabo las reformas necesarias y pertinentes a la situación del país.

SAH- Rafael Correa se presentó como un gobernante progresista pero la realidad contrasta con su discurso. Represión a indígenas, trato inapropiado a migrantes y refugiados, hostigamiento a los medios y a los periodistas especialmente con la Ley Orgánica de Comunicación promulgada en 2013, además de las limitaciones a las libertades de prensa, expresión y asociación, las expresiones inadecuadas hacia las mujeres y los ataques a todo movimiento o persona que haya sido crítico de sus políticas y gestión. ¿Qué garantías ofrece en caso de ser el próximo presidente de los ecuatorianos para que grupos y ciudadanos puedan gozar de las garantías de un verdadero Estado de Derecho? ¿Qué pueden esperar las minorías durante su mandato?

GL-Nosotros vamos a respetar la libertad de prensa y la libertad de expresión de todos los ciudadanos. Las vamos a garantizar como los derechos humanos que son, y derogaremos esa Ley de Comunicación que solo ha servido para perseguir periodistas, callar ciudadanos y silenciar medios. Nosotros respetaremos las voces disidentes y dejaremos que la prensa ejerza su profesión de manera libre. Seremos un país de diálogo, no de imposición. Hablaremos con todos los sectores de la sociedad para llegar a un consenso en favor de los ecuatorianos. De hecho, en el marco del respeto a los derechos humanos y en favor de la democracia, hemos asumido varios compromisos con diferentes grupos, entre ellos, LGBTI, colectivos de Mujeres, indígenas, afroamericanos, etc.

SAH-El gobierno de Ecuador, siguiendo la línea de otros gobiernos autoritarios de la región principalmente de los países del ALBA, estableció, afianzó y privilegió relaciones con regímenes autoritarios y dictaduras [Cuba, Rusia, China, Bielorrusia] y con movimientos de esa orientación y proceder como el Frente Polisario]. Las preferencias o simpatías del presidente Correa definieron el manejo de la política exterior del Ecuador y esto puede evidenciarse en el respaldo y los votos frente a diferentes temas en Naciones Unidas. ¿Cuáles serán las prioridades y la orientación de las relaciones exteriores durante su mandato?

GL-En el Gobierno del cambio reafirmaremos nuestro compromiso de mantener en todos los casos relaciones internacionales sobre la base de la cooperación, el respeto y el diálogo. Asimismo, nos comprometemos a promover el fortalecimiento de la OEA, a apoyar las iniciativas para activar la Carta Democrática Interamericana cuando corresponda, y a trabajar arduamente para fortalecer el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Es imprescindible también que el país deje de solapar a regímenes no democráticos donde el irrespeto a los derechos humanos es una práctica diaria.
Para un verdadero impulso al desarrollo económico, Ecuador deberá participar activamente con todos los bloques que promuevan los ideales de libertad y democracia. Por ejemplo, en la defensa de los derechos humanos la OEA y en los acuerdos de comercio, la Alianza del Pacífico. Dejaremos a un lado los bloques que promueven modelos caducos y que condonen actos que violen los derechos humanos, como el ALBA.