martes, 22 de diciembre de 2015
«La cara oculta del poliedro», la novela que mira a Brasil

macarena

sudamericahoy-columnistas-stella-montoro-bioPor Stella MONTORO, paraSudAméricaHoy

Esta novela es un billete que llevará al lector a un viaje desde la actual Europa descreída hasta la lujosa emergencia de Sudamérica, haciendo parada en la España encorsetada de la segunda mitad del siglo XX. Una aventura para los sentidos, con intenso sabor brasileño, en la que Macarena López-Roberts hila con sutileza el mundo de anhelos, deseos, miedos y pasiones que atesora la protagonista y que atrapan al lector de principio a fin.

La autora resume el argumento de su primera novela. «Alejandra Terry es una publicista de éxito que teme llegar a casa, donde esperan un hijo adolescente y un hombre al que ya no ama. Posee un apellido que es casi una marca en Madrid, signo de abundancia, tradición y patrimonio, pero que con los años ha ido menguando hasta el punto de ser más recuerdo que realidad. Ante este panorama, Alejandra trata de dar sentido a su vida en un contexto donde convergen pasado y futuro casi de manera simultánea con un padre atormentado que no cesa en su amargura y un amante que siempre la anima a avanzar. Una mañana, la protagonista despierta súbitamente por el sonido del teléfono: su madre ha muerto. A partir de este hecho, y a través de una carta a modo de testamento, Alejandra pone luz a episodios oscuros del pasado de su familia que, además, podrían incidir de manera determinante en el futuro de su propia vida.»

-¿Qué la impulsó a escribir la novela?

-He estado viviendo los últimos dos años a caballo entre España y Brasil. Era la primera vez en 20 años que había dejado de trabajar y quería aprovechar ese descanso profesional para dedicarme a escribir. Comencé escribiendo pequeñas crónicas de mis experiencias y sensaciones en la ciudad de Sao Paulo que compartía con mis amigos en las redes sociales. A los pocos meses el cuerpo me pedía más y pensé en escribir perfiles costumbristas para publicar una revista en España. Lo descarté por arriesgado ya que mi intención era entrevistar a personas que vivían en la favela. En vista del poco éxito de mi iniciativa local empecé a pensar seriamente en escribir una novela. Algo que siempre había estado latente dentro de mí y con lo que nunca me había puesto en serio. Perfilé una historia dentro de mi cabeza. Esbocé un escenario y unos personajes y buceé en internet hasta que di con el decálogo del escritor novel que contenía las 10 premisas básicas que tenía que tener en cuenta antes de ponerme a escribir. Redacté un guión, un índice con 30 capítulos, definí las personalidades de los personajes principales y me puse manos a la obra. Mi personalidad inquieta es la responsable de que hoy la novela esté a la venta.

-¿Por qué la localiza en Brasil?

-Al principio pensé en ambientarla en Chile porque quería que el protagonista fuera un bodeguero pero estos años de idas y venidas a Brasil me fueron atrapando y empecé a absorber su historia, el idioma, la esencia de la gente sencilla, el aroma de su gastronomía, la música, la exuberancia de su naturaleza, el colorido de las frutas que dan esas tierras fértiles y generosas, la inmensidad y el bullicio de la ciudad. No pude resistirme y de forma natural Brasil fue entrando en mí para moldear la historia que se cuenta en la mitad de la novela.

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-Los escritores suelen tener un personaje favorito. ¿Cuál es el suyo?

-Sin duda es la protagonista: Alejandra Terry. Porque Alejandra se cuestiona dónde está y dónde quiere llegar. Si lo que siente por su pareja es amor o es el poso de cariño que queda después de una relación desgastada por el uso y el tiempo. Si estará educando bien a su hijo. Si tiene derecho a querer más para sí misma y exigirlo a su entorno. Si la vida que había soñado es la que realmente tiene o si se ha conformado con lo que ha podido conseguir. Me gusta Alejandra porque me recuerda que uno puede conseguir todo lo que se proponga. Que profundizar en los laberintos de nuestra geometría emocional no solo no nos limita sino que nos fortalece y nos hace crecer como ser humanos. Me siento mejor persona desde que he conocido a Alejandra porque ella ha hecho que me supere a mí misma, para poder compartir esta historia. He vivido una vida dual en estos dos años porque al escribir esta novela he estado en dos mundos, conviviendo con dos familias, siendo hija de dos padres, madre de varios hijos, profesional en dos entornos. Alejandra ha nacido de mí y yo he vivido a través de ella. También me gusta Beltrán Terry, el personaje antagonista. Un ser de luces y sombras que vive encerrado como un animal, herido por la vida.

-¿Cuánto tiempo le ha llevado escribir la novela?

-Podríamos dividirlo en cuatro fases: La primera fueron dos meses hasta que pensé bien la trama, esbocé los personajes y definí el índice. Escribí durante 14 meses y dediqué los últimos tres meses a corregir y afinar detalles. En el proceso de edición otros tres meses. En total podríamos decir que he tardado casi dos años.Estaba en San Sebastián pasando unos días con mi hija Daniela. Paseábamos por la Concha curioseando en los puestos de artesanía que suele haber cada tarde en el mes de agosto. Compramos un par de pulseras a un hippie que las hacia a mano y cada una de nosotras pidió un deseo. Prometimos no quitárnoslas hasta verlos cumplidos. El de mi hija no sé cuál fue. Aún conserva su pulsera en la muñeca. El mío fue comprometerme a escribir y publicar una novela.

-¿ Se siente reflejada en la historia?

-Me he inspirado en algunas personas importantes de mi vida para crear la personalidad de ciertos personajes de la novela. Beltrán Terry, el padre de la protagonista es un ser complejo que ha heredado de mi padre el gusto por la naturaleza, el disfrute de los placeres de la vida, el autoritarismo, la sensibilidad, la afición a la lectura y cierto machismo que en el protagonista he resaltado al máximo. Por ejemplo: la frustración de Beltrán provocada por el desamor supera los límites de cualquier historia real que yo conozca. Me siento identificada con las mujeres de esta novela porque a cada una de ellas las he bautizado con rasgos de mi carácter. Todas ellas constituyen un enorme poliedro femenino con cualidades que tengo o que me gustaría tener.

-¿Cual es el gancho, el principal atractivo para que el lector compre la novela?

Si los libros son viajes, éste es una invitación irrechazable. Esta novela engancha porque habla de todo aquello que somos y nadie se atreve a contarnos. Es una novela llena de color en la que encontramos diferentes estilos de vida, arte, historia, gastronomía, placeres, sexo, drogas… Una historia de crecimiento personal, de lucha, de amor, de frustraciones y anhelos. Los lectores se van a sentir identificados con la historias que se entremezclan porque todos somos Alejandra Terry.

-¿Tiene otra novela en cartera?

-Me gustaría seguir escribiendo. Mientras iba dando forma a los últimos capítulos de La Cara Oculta del Poliedro veía claramente que podría haber una segunda parte y estoy trabajando en los contenidos. Pero quiero ver cómo reacciona el público para decidir si continúo o no. En cualquier caso, tengo algunas ideas para otra novela que ya estoy empezando a esbozar. Me gustaría afrontar el reto de escribir como hombre desde mi estructura mental de mujer. Quiero intentar ponerme unos pantalones y crear el universo de un protagonista masculino.

-¿Qué autores son sus favoritos?

-Me gustan escritoras como Marcela Serrano, Ángeles Mastreta, Helena Poniatowska, Isabel Allende, María Dueñas, Julia Navarro, Margarith Yourcenar. Grandes escritores españoles: Ángel González, Antonio Machado, Federico García Lorca, Miguel Delibes, Pío Baroja y Camilo José Cela. También, Ruiz Zafón, Eduardo Mendoza o Javier Moro. Otros como Roberto Bolaño, Alejo Carpentier, Mario Vargas Llosa, Joseph Conrad, Sándor Marai, Paul Auster, Haruki Murakami, Jorge Luis Borges o Julio Cortazar. El primer libro que leí con 12 años, fuera de la literatura juvenil de la época fue Siddhartha, de Hermann Hesse. Después le siguieron El Principito, El Alquimista de Paulo Coelho y otros muchos que abrieron mi mente y mis ganas de leer.

-¿A cuál de todos le gustaría parecerse?

-No podría elegir un solo escritor. Pero siento una gran fascinación por la manera de escribir del chileno Roberto Bolaño. Su narrativa es apasionante, original, incomparable creativamente. En sus obras existe una comunión, una simbiosis entre la realidad y la ficción. Juega con muchas historias paralelas que no forman parte de la historia principal pero que la nutren. Sus personajes son difíciles de olvidar y algunos trascienden la obra en la que habitan para formar parte de otra. Me parece un autor apasionante. He leído todas sus obras.

¿Piensa traducirla a otros idiomas?

Me encantaría dar el paso de traducirla al portugués y poder editarla en Brasil y también que un productor hiciese un buen guión para llevarla al cine. Tendré que comprarme otra de esas pulseras mágicas que hacen que los sueños se cumplan.