jueves, 2 de septiembre de 2021
Almodovar se estrena en Venecia con «Madres paralelas», por Ernesto PÉREZ

Venecia. Por Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy
Una original aventura en el género fantástico, “Piedra noche” de Iván Fund compartió cartel en el día inaugural del 78o. Festival de Venecia, nada menos que con Pedro Almodóvar que amenazó con
hacerle sombra al primer film argentino del programa.
  Pero en realidad no había competición porque “Madres paralelas” aspira a los premios mayores de la Mostra mientras “Piedra noche” forma parte de la reseña independiente “Venice Days-Jornada de Autores”, organizada por la asociación de directores de cine italianos que  será juzgado por un jurado de jóvenes provenientes de los 27 países de la Unión
Europea.
  A pesar de su joven edad, que bordea sin superarlos los 40 años, Fund es casi un veterano del cine, habiendo dirigido desde 2009 ocho películas, entre ficción y documentales, a solas o en colaboración.
  En “Piedra noche”, título misterioso como el propio film, Fund vuelve a encontrar a su compinche Santiago Loza, tal vez el más prolífico de los guionistas argentinos, que le ha servido una historia en el que el elemento
fantástico se enraiza en un ambiente realista con una narración de tipo clásico pero que subyuga por el ritmo y por la discreción en el uso de los efectos especiales.


  Fiel a la elección de que lo fantástico cuanto menos se vea más presente está, Fund cuenta la historia de una pareja cuyo hijo ha desaparecido misteriosamente hace un año, durante el cual no han perdido las esperanzas de volver a verlo.
   Pero justamente cuando pasado el año las esperanzas se han desvanecido,un acontecimiento inesperado volverán a reanimarlas pero más en la mente de los padres que en la realidad misma.
  “En todo mi cine he tratado de contar una historia personal que tuviese
resonancias universales – declara el director – y para lograr darle
plásticamente un aspecto de película de los años 50, más realista y casi
documental, concebí un doble movimiento: de un lado los elementos cotidianos generan lo fantástico y por la otra, lo fantástico, actuando como
catalizador, protegen esas emociones, que hubieran desaparecido si hubiesen sido afrontadas directamente”.
    Maricel Álvarez, Mara Bestelli, Marcelo Subiotto y el chileno Alfredo
Castro componen el cuarteto protagónico de este kammerspiel muy bien
fotografiado por Gustavo Schiaffino y cuyo único defecto es una música
desbordante de Francisco Cerda.
  El concurso oficial se inauguró con la tan esperada nueva obra del
cineasta manchego Pedro Almodóvar, “Madres paralelas”, protagonizada por su actriz fetiche Penélope Cruz, los casi debutantes Milena Smit (este es
solo su segundo protagónico) e Israel Elejalde (más activo en teatro y TV
que en cine), Aitana Sánchez-Gijón y las viejas conocidas Rosy de Palma y
Julieta Serrano, historia de bebés trocados en la cuna ambientada en una
España que aún debe hacer cuentas, después de 85 años, con las víctimas
de la guerra civil.
  “Madres paralelas” es un drama al femenino, que no se concede nunca al
habitual gracejo almodovariano, y que sabe pasar del drama personal al
colectivo de una España que “ha tenido siempre una mala relación con su
historia” como ha declarado el realizador manchego en la conferencia de
prensa seguida a la proyección del film.
   En una maternidad madrileña comparten sus últimos días de embarazo una exitosa fotógrafa de 40 años y una adolescente víctima de un estupro de grupo. La primera aprovecha sus últimas posibilidades de ser madre mientras la segunda rehusa en un principio la maternidad.
  El trueque de los bebés y la muerte de uno de ellos las acercará y las
distanciará sucesivamente pero esto se revela como uno de los temas del film pero no el principal ya que la historia se bifurcará hacia los republicanos fusilados sumariamente por la dictadura franquista al final de la guerra civil y que yacen en fosas comunes sin nombre y sin digna sepultura. 
  Este vuelco narrativo es conducido con rigor implacable por Almodóvar, que nunca antes había afrontado un tema político de esta envergadura y de actual importancia, cuando los descendientes de estas víctimas han decidido rescatar
del olvido a sus familiares y han comenzado a desenterrarlos por sus propios medios, sin esperar la intervención del Estado que, a veces vergonzosamente, ha tratado por todos los medios de esquivar el problema.
   Este es tal vez el papel más complejo que Almodóvar haya escrito para su
actriz favorita, aprovechando no solo el grado de afinidad que ha tenido con ella en su trabajo, sino también la creciente ductilidad y capacidad
dramatúrgica de Penélope, como se verá en la comedia que le han armado los argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn en “Competencia oficial” (que se verá el próximo sábado 4) y que la hace ya una gran candidata a la Copa
Volpi que deberá asignar el 11 de septiembre el jurado presidido por el
realizador sudcoreano Bong Joo Ho.