domingo, 14 de marzo de 2021
«Madrid, se acabó», por Carmen DE CARLOS

Por Carmen DE CARLOS, para SudAméricaHoy

Se acabó la agonía. Madrid tendrá elecciones. Se acabó un Gobierno durmiendo con el enemigo y un enemigo mediocre  y sin palabra. Se acabó la eterna maniobra bajo la mesa, de Pedro Sánchez, para derrocar a la única mujer que fue de frente y le hizo frente. Se acabó tratar a los madrileños como apestados a merced de las ambiciones sin límite de los otros. Se acabó Inés Arrimadas, la dirigente que pudo ser y se quedó en el fango de la vieja política disfrazada de nueva con Ciudadanos. Se acabó la tensión, el golpe bajo y las calumnias contra la única autonomía que creo un hospital, de verdad, para enfermedades infecciosas. Se acabó el poner palos en la rueda del empleo de los trabajadores en pandemia. Se acabó tener que justificar a tus socios por qué es bueno bajar impuestos, por qué hay que proteger a las empresas sin importar su dimensión, por qué hay que permitir que los bares, restaurantes y  hoteles puedan seguir abiertos para sobrevivir tú, ellos, yo y nosotros. Se acabó la injusticia que se pretendía cometer con mociones de censura fuera de tiempo para evitar elecciones. Se acabó todo eso, pero no el acoso a Isabel Díaz Ayuso.

Comienza la campaña para votar por Ayuso o contra Ayuso. Comienza una etapa de oportunidad para Madrid que es lo mismo que decir España. Porque sí, Madrid somos todos, se venga de donde se venga. Comienza otra historia donde la distribución y aplicación de vacunas será crucial antes de llegar a las urnas el 4 de mayo. Comienza la cuenta atrás para votar y apretar el acelerador de los medios oficialistas de Moncloa, para destripar a la candidata que despreciaron, a la presidenta que no dieron un respiro y a la político que le importó un bledo lo que decían de ella.

En Madrid se abre el juego de la votación pero los liberales, el centro derecha y los demonizados no están juntos. La carta de Isabel Ayuso es a todo o… nada. Los votantes dirán pero lo de ahora, por fin se acabó.