EL VIDEO
Discurso de Gabriel Boric
Ernesto PÉREZ, para SudAméricaHoy
“O que arde” del gallego Oliver Laxe,
íntimo retrato de un ex pirómano, acusado injustamente de haber incendiado el bosque de su pueblo, ganó el Astor de oro a la mejor película del 34o.
Festival Internacional de Cine de Mar del Plata que se concluye hoy con la
proyección gratuita de todos los films premiados.
El Astor de plata a la mejor dirección fue para el portugués Pedro Costa
por “Vitalina Varela”, historia de una mujer de Cabo Verde que llega a una
Lisboa miserable, alejada de toda postal turística, para recibir las cenizas
de su marido al que no veía casi desde su boda, y la alemana Angela Schanelec por “Ich war zuhause, haber…” (Estaba en casa pero…) sobre un niño perdido durante una semana que regresa a su hogar en el que todo ha cambiado.
“O que arde” recibió también el premio al mejor guión escrito por el
mismo Laxe y Santiago Fillol mientras los de la mejor interpretación
recayeron en la argentina Liliana Juárez por su labor en el film de Ezequiel Radusky, “Planta permanente”, donde encarna a una obrera de la limpieza que sueña con independizarse abriendo una cantina en el ministerio donde trabaja y el caboverdiano Ventura, actor fetiche de Pedro Costa en la ya mencionada “Vitalina Varela”.
El premio del público fue en cambio para el film brasileño “A vida
invisivel de Eurídice Gusmao” de Karim Aïnouz sobre dos hermanas separadas por los prejuicios y la mojigatería de la sociedad brasileña de mediados del siglo pasado.
Cabe señalar que esta película y “O que arde” tuvieron su estreno
mundial en el pasado festival de Cannes, donde ganaron respectivamente el
premio al mejor film y al mejor director de la sección paralela oficial
“Una cierta mirada”.
En un festival donde abundaban las películas latinoamericanas, tanto en la
sección principal como en las distintas reseñas paralelas, cada una con
jurado propio, recibieron distinciones en la Competencia Latinoamericana el brasileño “A febre” de Maya Da-Rin sobre una tocante relación
padre-hija, el chileno “Nunca subí el Provincia” de Ignacio Agüero,
lamento desgarrador sobre la desaparición de los barrios históricos de las
grandes ciudades, reemplazados por anónimos rascacielos que ocultan el
paisaje urbano y la coproducción chileno-argentino-alemana “Vendrá la
muerte y tendrá tus ojos” de José Luis Torres Leiva, entrañable retrato
de dos mujeres, unidas por una relación amorosa de veinte años, que se mudan a un bosque para afrontar la enfermedad mortal de una de ellas.
El cine argentino tuvo su propia sección donde fue considerada la mejor
película “Angélica” de Delfina Castañino sobre una mujer que se hunde
en una desintegración psicótica a la muerte de la madre, con mención
especial para “Hogar” de la ítalo-argentina Maura Delpero, sobre un
convento-refugio que alberga a madres solteras adolescentes y que ya fuera
premiada en el último festival de Locarno (Suiza).
La 34a. edición de este festival, el único reconocido de serie A por la
FIAPF, la asociación mundial de productores de cine, alcanzó un gran nivel
de calidad, según la opinión unánime de los críticos invitados, que
señalaron también la presencia masiva del público marplatense que llenó
cada día y a todas horas cada una de la veintena de salas dedicadas,
confirmando su poco frecuente condición de festival popular y ciudadano.