martes, 26 de mayo de 2015
Anatomía de la corrupción

Federico PoncePor Federico PONCE ROJAS

Catedrático de la Universidad Anáhuac. México Nortey Vicepresidente de la Academia Mexicana de Derecho Internacional

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) concluyen en la publicación «México: Anatomía de la corrupción», que ésta es en nuestro país un problema sistémico y que la mayoría de la instituciones políticas mexicanas se perciben como corruptas, en especial los partidos políticos, el poder legislativo y las instituciones de procuración y administración de justicia.

Según este estudio, los mexicanos percibimos la corrupción como un fenómeno creciente y no en retroceso y más del 70% de los ciudadanos considera que la corrupción aumentó en los últimos años. Más aún, la investigación establece que la tasa de impunidad es del 99.7 y que los delitos y actos de corrupción en México no son castigados. Seis de cada diez mexicanos no denuncian delitos ante las autoridades porque “no sirve de nada”.

La conclusión del citado ensayo es que la ciudadanía desconfía de las instituciones de gobierno, cuestiona la utilidad de las leyes y comete delitos porque no se castigan; ello hace que México sea un país donde la ilegalidad y la impunidad son la regla y parte de nuestra cotidianidad.

Sin embargo, en este y otros estudios o encuestas sobre la confianza en las instituciones, el Ejército mexicano sale bien librado. ¿Por qué de los militares se tiene otra percepción?

Los mexicanos y en general los habitantes de la República nos hemos visto protegidos y beneficiados desde hace décadas por nuestras Fuerzas Armadas, por aire, mar y tierra.

Rescatados de los peores desastres naturales, los planes DN3 y MARINA siempre presentes, sin escatimar esfuerzos y de manera heroica, han salvado miles de vidas y preservado bienes de las personas afectadas.Bandera México

Su estoica presencia y su actuar absolutamente desinteresado, han dado como resultado el reconocimiento y gratitud de la mayoría de los mexicanos.

Y qué decir de sus grandes esfuerzos por mantener el orden y la paz en tareas de seguridad pública, ó en el cumplimiento de su deber constitucional y legal de preservar la seguridad interior del país.

Es innegable que han actuado como contención eficaz y eficiente contra el narcotráfico y delincuencia de todo tipo, dando paso a las políticas de depuración y profesionalización de las policías, así como tareas propias de otras áreas de responsabilidad del gobierno de la Republica, para restituir el tejido social y combatir desde todos los frentes el flagelo de esta violencia brutal que aqueja gran parte de nuestro mundo actual.

Han dado ejemplo de institucionalidad y disciplina con su modelo de Justicia Militar, en el que no cabe la impunidad; Jurisdicción que lejos de ser un privilegio para las fuerzas armadas, es una garantía para la sociedad.

Las gestas históricas cívicas han encontrado en las Fuerzas Armadas los mejores exponentes, revelando de manera fidedigna a nuestra niñez y juventud nuestro pasado glorioso y nuestro devenir venturoso.

En este contexto y en una expresión más de apertura, la Secretaría de la Defensa Nacional, realiza paseos dominicales (caminata, carrera y recorridos en bicicleta), de manera mensual en el campo militar No. 1-a, en el Distrito Federal y en once campos militares más, permitiendo el acceso a las instalaciones militares al público en general, con el fin de acercar a la sociedad con sus fuerzas armadas; del 2013 al 2014 se han llevado a cabo 233 paseos con una afluencia total de 150 mil visitantes.

El pasado 17 de mayo, se materializó un paseo dominical más en un campo militar de cada una de las XII regiones militares, con una afluencia de cerca de 10 mil visitantes, mismos que mostraron interés y agradecimiento por la oportunidad de ingresar a las instalaciones castrenses para conocer las actividades del personal e interactuar con ellos.

Retomando la publicación de la investigadora María Amparo Casar, es importante reconocer que la corrupción no es privativa de México, ya que en distintos grados se observa en 175 países evaluados en el índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional. Pero mal de muchos, consuelo de tontos. Lo que debe preocuparnos y ocuparnos es mejorar la eficiencia de nuestros policías, quienes están solo por encima de los partidos políticos en la percepción de corrupción.

En el VII Foro Nacional sobre Seguridad y Justicia se reconoció que el hoyo negro que más incidencia tiene en la seguridad pública es el de las policías. Si bien es cierto que aún faltan leyes que actualicen la actuación policial, no debemos frenarnos ante ello y avanzar en esquemas para una policía más eficiente, científica, incorruptible y cercana a la sociedad. Si el Ejército mexicano ha logrado mantenerse al margen de la corrupción y permanecido como una institución aliada de los ciudadanos, creo que la policía debiera imitar esos sistemas de trabajo. Quien menos quiere hacer funciones de seguridad pública es el Ejército, sin embargo la ineficacia de las policías ha obligado al gobierno federal a tapar ese enorme hoyo negro.