sábado, 18 de julio de 2015
Ciudad de México, más grande, más de todo


FedericoPor Federico PONCE ROJAS

La Ciudad de México, de las metrópolis más grandes del mundo, es un enorme reto para la administración del doctor Miguel Ángel Mancera. Debe mantener la tranquilidad y paz pública en un territorio donde conviven diariamente más de 16 millones de mexicanos y dar vialidad a más de 5 millones de automotores que circulan cotidianamente a lo largo de una red vial con una extensión equivalente a la distancia que hay entre Montreal y Buenos Aires.

De tal magnitud es el desafío del Jefe de Gobierno del Distrito federal, quien ha depositado en la figura de Hiram Almeida Estrada la responsabilidad de establecer una nueva política pública en materia de seguridad y tránsito para que se lleven a cabo las actividades productivas, educativas, culturales y sociales de la capital de la República, centro financiero y político del país, con toda normalidad.

Aquí donde también se asientan los Poderes de la Unión, el jefe de la policía capitalina sabe que la seguridad es la noción básica de toda gobernabilidad y sustento de la habitabilidad y la convivencia armónica. El contrato social reconoce que preservar la seguridad es una función primordial de gobierno y derecho inherente del ciudadano que vive en comunidad.

Miguel Angel Mancera

Miguel Angel Mancera

Almeida Estrada es un jurista con amplia experiencia en la administración pública y en temas de justicia y legalidad. Por ello ha dado nuevo rostro al esquema de trabajo de los más de 86 mil policías que integran la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, a quienes ha inculcado la mística de que están para defender a la sociedad, lo cual permitirá que la gente vuelva a confiar en los uniformados y los vea como una institución fuerte, capaz y con aptitudes.

Partiendo del principio de la defensa del interés social, la SSP trabaja con la suprema finalidad de recuperar la confianza de los ciudadanos a través de un esquema parecido al que implementó exitosamente el ex jefe de la policía neoyorquina y de los Ángeles, William Bratton, con su política de tolerancia cero o de “los vidrios rotos”. No se trata de tropicalizar el proyecto Bratton, sino crear una fórmula similar bajo el concepto de la cifra cero en delitos de alto impacto.

Bill Bratton

Bill Bratton

Si en Estados Unidos funcionó la no impunidad en los ilícitos, en el Distrito Federal Hiram Almeida cree y confía en la inteligencia policial, la tecnología, la capacitación, la productividad y eficiencia policial para reducir a su mínima expresión el rompimiento del orden legal.

Con datos duros es de reconocer que en tan solo seis meses, el nuevo secretario de Seguridad logró disminuir la incidencia delictiva en 10.9%, sobre todo en robo a transeúntes, de cuenta habientes, de vehículos y de casa habitación. Tampoco es cosa menor que la administración de Miguel Ángel Mancera haya reducido en los últimos dos años en un 23% los 14 delitos de alto impacto.

Conocedor del trabajo policial, el jefe de la policía reconoce que la seguridad en la capital del país es satisfactoria, ya que existe un alto índice de convivencia social, a diferencia de otras ciudades del país o del mundo. Cohabitan en armonía tres órdenes de gobierno; el ciudadano promedio puede visitar con tranquilidad los museos de esta metrópoli, la cual alberga el mayor número en el orbe, los estudiantes asisten con regularidad a todo el sistema educativo sin problemas, aquí donde se asienta el mayor número de universidades públicas y privadas; el sistema financiero trabaja con normalidad y la gente puede trasladarse por las noches a cualquier tipo de reunión o ir a los estadios en familia sin ver el desorden de otras plazas en el interior del país.

Para dar seguridad a toda esa población, la SSPDF debe contar con un programa de trabajo sólido que evite, por ejemplo, que llegue a esta ciudad el crimen organizado, que se desborde el narcomenudeo o que el Distrito Federal se convierta en refugio de delincuentes que atenten violentamente contra la vida y patrimonio de toda una sociedad.

Por ello, Hiram Almeida ha fijado como prioridades el respeto a los derechos humanos en la función policial, mayor capacitación a los elementos en el control de grupos y manejo de crisis, aplicar desde una perspectiva de derechos humanos los protocolos del uso de la fuerza para no cometer excesos, fortalecer el área de inspección policial para castigar al mal servidor público, pero también alentar el buen trabajo, la eficiencia y la productividad de los buenos policías, los cuales por cierto son más que los malos.

Sin falsos triunfalismos, debemos reconocer que la Ciudad de México mantiene aceptables márgenes de seguridad y que todavía podemos convivir de forma pacífica y en armonía los más de 16 millones de mexicanos que transitamos o vivimos en esta megalópolis, una de las más importantes en el mundo. Sin seguridad no hay desarrollo.

Apostilla: Con visión de estadista, Miguel Ángel Mancera restructuró su gabinete para la segunda mitad de su gobierno. Hoy cuenta con un gabinete plural e incluyente que ejemplifica a un gobierno democrático donde la cohabitación política es una realidad. Enhorabuena.

ciudad de méxico

* Catedrático de la Universidad Anáhuac. México Norte

y Vicepresidente de la Academia Mexicana de Derecho Internacional

@fpr_enlinea