Buenos Aires, 11 sep (EFE).- El Gobierno argentino, a través de su embajadora en Estados Unidos, Cecilia Nahón, insistió a Estados Unidos para que facilite información sobre el paradero y la situación migratoria del buscado exdirector de operaciones de los servicios de Inteligencia argentinos, Antonio «Jaime» Stiuso.
A través de un comunicado oficial, la Cancillería argentina hizo hoy pública una misiva enviada por Nahón al secretario asistente adjunto para América del Sur y Cuba del Departamenteo de Estado, Alex Lee, «ante la falta de respuesta» sobre una solicitud de cooperación previa, transmitida por la embajadora en un encuentro anterior que mantuvo en nombre del Gobierno argentino.
«Como es de su conocimiento, esta cuestión reviste alta prioridad para la República Argentina, ya que el referido Sr. Stiuso ha sido Director General de Inteligencia (…) y no sólo pesa sobre él una investigación administrativa sino que asimismo se encuentra en la actualidad denunciado en diversas causas judiciales», expresa Nahón en la carta, fechada en Washington a 9 de septiembre.
«Entendemos (que Stiuso) es una pieza clave para la investigación, el esclarecimiento y la búsqueda de justicia en una serie de hechos y delitos de gravedad, respecto de los cuales el Gobierno de Estados Unidos de América ha manifestado pública y reiteradamente su voluntad y compromiso con la obtención de justicia», precisa la misiva.
Nahón «lamenta» que «no haya habido demostración concreta de voluntad de cooperación» por parte de Estados Unidos y asegura que el Gobierno argentino no solicita «que tomen medida alguna en relación al exfuncionario sino simplemente que confirmen si se encuentra en vuestro país y en qué condición migratoria».
Entre los casos por los que Stiuso ha sido llamado a declarar en Argentina, tanto por la cúpula de los servicios de Inteligencia argentinos como por la Justicia, la embajadora destaca una causa conexa con la investigación del atentado contra la sede de la mutual judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994, y acusaciones de presunto lavado de dinero, contrabando y enriquecimiento ilícito.
Stiuso colaboraba estrechamente con el procurador especial de la causa AMIA, el fallecido fiscal Alberto Nisman, cuya muerte, en enero pasado, aún no ha sido esclarecida.
El Gobierno de Cristina Fernández apuntó entonces que la muerte de Nisman – ocurrida cuatro días después de haber presentado una desestimada denuncia contra la presidenta argentina por presunto encubrimiento a terroristas- fue una operación vinculada con una guerra interna en los servicios de Inteligencia, en especial, con Stiuso, quien había sido desplazado de su cargo.
«Stiuso se encuentra en situación de rebeldía, ya que no compareció a pesar de las sucesivas notificaciones que se le efectuaron. La información que le estamos solicitando es a los fines de poder cumplir con la debida citación legal», continúa la carta.
El escrito concluye lamentando «profundamente» que el Gobierno estadounidense «no demuestre en los hechos su enunciada voluntad de colaborar perdiendo, de esta forma, una oportunidad concreta para ello».